El Ayuntamiento de Vila-real estudiará medidas junto al sector para intentar frenar el cierre de comercios, especialmente palpable en la zona centro, tal como publicó Mediterráneo. Así lo anunció este jueves el alcalde, José Benlloch, durante el pleno, en respuesta a la pregunta formulada por la concejala de Vox, Irene Herrero, donde concretó que van a «explorar» y «trabajar» en «algún plan estratégico» que puedan aportar desde el ámbito doméstico junto a la asociación local de comerciantes (Ucovi) y la de hostelería (Ashiovi).

El primer edil lamenta que es «un problema estructural que se produce en todos los lugares de España» y tienen «pocas competencias» para poder solucionarlo. «El pequeño comercio va a sufrir muchísimo. La compra por internet, la luz, los impuestos, la reducción del consumo porque las familias están más asustadas por las crisis y que el comercio on line se ha impuesto de una manera muy importante entre la población harán que muchas tiendas no puedan soportar esa carga. Solo hay que pasearse por Madrid, Castelló o València para verlo, donde hay muchos escaparates con se vende o se alquila», expone el munícipe.

Aunque Vila-real no se escapa de esta tendencia, Benlloch cree que el caso del municipio es único. «Es casi un milagro que una ciudad situada a seis kilómetros de una capital y a tres minutos de dos centros comerciales enormes mantenga 1.000 comercios abiertos», desgrana, por lo que se muestra «tremendamente orgulloso» porque «no hay ejemplos así».

Pese a las «pocas posibilidades» que tienen al ser «un Ayuntamiento prácticamente quebrado por una herencia», asegura que están y estarán «al lado de Ucovi y Ashiovi» y pone como ejemplos iniciativas como la tarjeta Fem Poble o la campaña que lanzarán por Navidad para incentivar las compras en las tiendas de barrio.

Congelación de impuestos

El pleno aprobó por unanimidad la modificación de la ordenanza del IBI para, como ya había anunciado el alcalde esta semana, congelar la tributación cara al 2023 y bonificar el 25% de este tributo a las viviendas que instalen placas solares con el objetivo de estimular el autoconsumo energético.

La sesión plenaria también dio luz verde a una ordenanza para controlar el aparcamiento para personas con movilidad reducida (PMR), ya que hasta ahora estaba incluida en la de Tráfico. Como expuso la concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, la propuesta nace a petición de Acudim y regulará el uso de las tarjetas y las plazas personalizadas de estacionamiento reservadas para este colectivo específico. La ordenanza saldrá ahora 30 días a exposición pública y, después, deberá volver a pasar por pleno para ser ratificada de forma definitiva.

Un proyecto que sí aprobaron a todos los efectos fue el primer plan local de juventud, con vigencia hasta el 2025. La iniciativa surge tras encuestar el año pasado a jóvenes y tras reunirse con las asociaciones juveniles de la ciudad. «Es un documento vivo que puede ir variando en función de las necesidades y la actualidad del día a día», puntualizó Benlloch. 

Aprueban tres mociones

La primera moción que aprobó el pleno fue una presentada por Vox que pedía reforzar los niveles de ciberseguridad frente a posibles hackeos, después de que la Sindicatura de Comptes advirtiera de que el Ayuntamiento no cumple con lo que exige la legalidad. «No nos hemos protegido como dice la ley, pero no es cierto que no hayamos actuado. Teníamos contratado un experto de ciberseguridad y creamos un ente como la Junta de Administración Electrónica y Seguridad de la Información (JAESI), por lo que hay controles. Que no quepa duda de que el Ayuntamiento está protegido en la medida que podemos», aclaró Benlloch.

La sesión también dio luz verde a una propuesta de Compromís de apoyo al sector primario para garantizar que los vecinos puedan acceder a una alimentación saludable, sostenible y de proximidad.

La tercera moción aprobada fue la petición del PP de instar al Gobierno central a reducir los costes energéticos que soportan las comunidades de regantes y los pozos de riego.