El Periódico Mediterráneo

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Con una inversión de 22.000 euros

Vila-real adquiere 11 esculturas metálicas para el paraje del Termet

Las figuras, creadas por Roberto Bort con piezas recicladas, representan animales

Bort posa junto al cocodrilo, la escultura más grande de cuantas pasan ahora a la colección artística de Vila-real. JOSEP CARDA

El Ayuntamiento de Vila-real ha cerrado la adquisición, por importe de 22.000 euros (IVA incluido) de un total de 11 esculturas, creadas por el artista local Roberto Bort (Artefactum) que, como adelantó Mediterráneo en diciembre del pasado año, forman parte de un proyecto para crear una ruta turística con obras de arte metálicas y únicas de este vila-realense, conocido también por sus peculiares paellas, como la que reproduce el escudo de la ciudad.

Mu, La Coste, Iwazz, Trancas, Sonic, Mata-Mata, Ardea alba, Citronela, Biosonar, Vespa y Apofis son los nombres que Bort dio en su día a las esculturas que pasarán a formar parte del patrimonio municipal y que representan, respectivamente, a los siguientes animales: toro, cocodrilo, pato, hormiga, erizo, tortuga, garzas, mosquito, murciélago, avispa y serpiente.

En este caso, la contratación del lote por parte del Ayuntamiento de Vila-real se ha efectuado directamente, ya que como se indica en el informe efectuado por la técnica de Espacios Culturales, «no existe competencia por razones artísticas», a la vez que añade que «no existe una alternativa o sustituto razonable, ya que el suministro forma parte de una colección artística única».

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Estas son las 11 nuevas esculturas metálicas que ha adquirido Vila-real Josep Carda

La propuesta

La adquisición de estas 11 obras de arte creadas por Bort con piezas metálicas recicladas responde a una idea planteada por el propio alcalde, José Benlloch, para su instalación al aire libre, en el marco del plan de mejora del paraje del Termet que se lleva a cabo y que, como apuntó el munícipe, «todavía vamos a impulsar más». Además, incidió en que «este será un nuevo elemento de promoción de este entorno, que se sumará a la ermita como patrimonio cultural».

La propuesta, que Benlloch asegura que se mantienen viva, tiene por objetivo «dar forma a una especie de recorrido, con la colocación de estas piezas en diferentes puntos del paraje natural, a modo de yincana, junto a códigos QR con la información de las especies que allí se ubicarán y con un evidente mensaje medioambiental».

 De esta forma, el primer edil vila-realense pretende que esta acción no solo sea un atractivo turístico añadido al que ya posee el espacio natural del Termet, sino que «aporte un claro mensaje de conservación del entorno y del medio ambiente en general, a la vez que permita realizar actividades vinculadas a estos elementos y que, además, tenga un destacado componente pedagógico, por cuanto los centros educativos podrán organizar visitas al lugar». 

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