Un Auditori Municipal Músic Rafael Beltrán Moner llenó ayer su escenario con la tradicional Velaeta que, como cada año, abre el programa de actos de las fiestas anuales de la Congregación de Hijas de María Inmaculada. Un evento en el que purisimeras de todas las edades disfrutaron, esta vez sí, sin las restricciones que marcaron las últimas ediciones a causa del covid-19.

En la cita no faltaron las actuaciones del grupo de danzas de la entidad y de los niños y niñas que participan en las actividades que organiza durante el año la vocalía de menores, juventud y premonitores. También las integrantes de la junta de la congregación protagonizaron una obra de teatro, mientras que la secretaria de la organización social y religiosa, Lourdes Segarra, resumió las iniciativas realizadas este año. También el director de las purisimeras y párroco de la iglesia arciprestal, mosén Javier Aparici, dirigió unas palabras instando a las congregantes a vivir con intensidad y fervor los festejos de la Inmaculada.

Imagen durante una de las exhibiciones de danza. Erik Pradas

El próximo acto, también muy esperado por las personas vinculadas a esta entidad, será el traslado de la imagen de la Purísima, el próximo miércoles a las 21.00 horas, desde la casa social ubicada frente a la basílica de Sant Pasqual hasta la arciprestal, donde permanecerá hasta que finalicen los festejos anuales, el 12 de diciembre.

Asimismo, el domingo, 4 de diciembre, tendrá lugar la fiesta de la Archicofradía de la Felicitación Sabatina, conocida tradicionalmente como la Festa de les Casades; el 8 de diciembre será la fiesta litúrgica; y el domingo 11, la celebración principal de la congregación o Festa de les Fadrines.