El 2023 será un ejercicio en el que se vivirán muchos cambios y en el que recogerá lo que se ha estado sembrando. No se trata de una profecía sino de lo que significará para la humanidad el nuevo año chino del conejo. Así lo explica a Mediterráneo Rubén Solera, especialista en artes marciales y responsable de la Asociación Internacional de Wushu-Kung-Fu y Cultura China, con sede en la ciudad de Vila-real.
Y es que la plaza Major ha sido escenario esta tarde de las habituales celebraciones que esta entidad organiza para conmemorar la entrada del nuevo año chino y en las que no han faltado las populares figuras orientales, así como danzas tradicionales.
En torno a 40 personas de todas las edades vinculadas a la asociación vila-realense se han caracterizado para la ocasión y han aprovechado para exhibir tres leones chinos, un gran dragón y otro más pequeño que este año ha elaborado una quincena de jóvenes de este colectivo que no solo trabaja por formar en las artes marciales, sino también por fomentar el conocimiento de la cultura y la sociedad chinas.
Tras algunas actuaciones en la plaza Major, ha arrancado un pasacalle que ha recorrido las vías urbanas del centro hasta desembocar de nuevo en la céntrica ágora donde una exhibición de kung-fu ha cerrado un evento en el que han estado presentes, entre otros, el director del Instituto Confucio de la Universitat de València, Vicent Andreu; y el alcalde de Vila-real, José Benlloch.