Benlloch estudia refinanciar deuda tras haber pagado casi 60 millones de la ‘ruina’ del PP por 'empastres' urbanísticos y préstamo

El Ayuntamiento pretende estar preparado para asumir la llegada de subvenciones europeas

Una de las sentencias afrontadas llegó por la urbanización del jardín de Jaume I.

Una de las sentencias afrontadas llegó por la urbanización del jardín de Jaume I. / MEDITERRÁNEO

R. D. M.

El alcalde de Vila-real, José Benlloch, cifra en casi 60 millones de euros el impacto que desde 2011 ha tenido para el Ayuntamiento de Vila-real «la ruina que el Partido Popular dejó en herencia a la ciudad después de 16 años de gobierno, entre empastres urbanísticos y un préstamo de 20 millones de euros a un interés desorbitado y en plena crisis financiera».  El alcalde hace balance del esfuerzo económico que ha tenido que afrontar el Ayuntamiento durante los últimos 11 años y avanza que, ante la delicada situación económica del consistorio y con el fin de estar preparados para asumir la llegada de subvenciones europeas, estudiará en los próximos meses la posibilidad de refinanciar deuda y aliviar así la carga financiera municipal. 

Deudas

Benlloch subraya la «losa que en la última década ha supuesto la herencia del PP con el pago de 34 millones por sentencias y resoluciones urbanísticas, y la amortización de un préstamo de 20 millones que pidieron en 2010, un año antes de dejar la alcaldía, en plena crisis financiera y en momento de grandes dificultades, para pagar obras faraónicas y lucirse de cara a elecciones».  Por este crédito, el Ayuntamiento ha pagado a fecha de hoy 23 millones de euros, entre capital amortizado (15,3 millones) e intereses (7,7 millones). «Pero lo más grave es que por este préstamo, del que por cierto el PP no llegó a pagar ni un euro porque tenía dos años de carencia, todavía nos quedan por pagar más de cinco millones hasta 2026», detalla.

Así, el importe pendiente de abonar a los bancos es ahora de 4.794.048 euros, mientras que los intereses pendientes ascienden a 452.198 euros. «Esto significa que por el préstamo de 20 millones del PP, la ciudad de Vila-real acabará pagando más de 28,2 millones de euros, un lastre que nos ha condicionado por completo la gestión económica», lamenta.

A ello se suma el impacto de la «nefasta gestión urbanística del PP, que se ha traducido en 34 millones de euros pagados en resoluciones y sentencias urbanísticas, incluyendo el último mazazo de medio millón por el solar del Centro de Tecnificación Deportiva, que ha obligado a recalcular las cifras del presupuesto del 2023». En las cuentas de este año, de hecho, la «ruina del PP se llevará al menos otros 4,5 millones de euros»: los 500.000 euros de la sentencia del CTD, más otros 100.000 euros de otras y resoluciones judiciales, además de los 3,8 millones para pagar deuda con los bancos, entre amortización e intereses.

Aún pendiente

«4,5 millones los tendremos que destinar a pagar la ruina de los empastres y la deuda del Partido Popular que nos condicionan mucho las cuentas y que podríamos destinar a muchas otras cosas», agrega. «Hasta ahora hemos evitado esta refinanciación. Pero la ruina que heredamos se ha sumado en los últimos tres años a la necesidad de atender el covid-19, con más de cinco millones invertidos, y el encarecimiento de los proveedores a causa de la guerra de Rusia contra Ucrania, especialmente la luz y el gas, por las que hemos pasado de pagar un millón a tres.

«Ante esta situación, hemos optado por no subir los impuestos, incluso por dejar de cobrar algunos. Pero las facturas han subido para todos y las necesidades sociales de colaboración también», indica. Ante esto, intentarán una refinanciación, que permitiese obtener dos millones anuales para financiar con fondos de la UE y ayudas de otras administraciones, «proyectos de mejora para avanzar en la Vila-real del siglo XXI», finaliza Benlloch.