Un total de cinco fondos de inversión han asumido la condición de agente urbanizador en la algo más de una década de paralización de la urbanización de la zona residencial del Madrigal, lo que, para el alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha supuesto una dificultad añadida para buscar una salida al desarrollo de un programa de actuación que, asegura, «es absolutamente inviable desde el mismo momento en el que se aprobó, en el año 1998».
La crisis inmobiliaria y la desaparición de los bancos que daban apoyo económico al desarrollo de esta gran área residencial originó la parálisis de una actuación, cuyas obras arrancaron en el 2003, tras cinco años de trámites burocráticos, y que afectaban en una primera fase a 16 unidades de actuación con una superficie de 730.000 metros cuadrados que, en muchos casos o no se han ejecutado o falta completarse.
El alcalde Benlloch señala que desde hace un par de años se está en conversaciones con el último agente urbanizador, una mercantil catalana, con el objetivo de buscar un acuerdo para desbloquear el desarrollo del Madrigal, aunque esta vez utilizando las nuevas herramientas que ofrecen las últimas leyes aprobadas en materia urbanística. «Como ejemplo, permitirían que un grupo de masets se dotara de una depuradora propia», tal como apunta el munícipe, lo que posibilitaría evitar las costosas obras para conectar el sistema de saneamiento al alcantarillado general de la ciudad.
Nuevas tecnologías
Benlloch considera que también se puede hacer uso de las nuevas tecnologías, especialmente en lo referente a la iluminación pública, con una apuesta por la energía solar. O, en el caso de el suministro de agua a las viviendas, hacer uso, como ya ocurre en la actualidad, de los diferentes pozos que existen en esta zona residencial que todavía está lejos de poder completar su desarrollo urbanístico.
Precisamente, el munícipe vila-realense apunta a que «si en el caso de la urbanización del polígono industrial de la carretera de Onda y con la misma empresa que inició las labores ha sido muy complejo retomar el plan de actuación, todavía está siendo mucho más complicado buscar una solución al PAI del Madrigal, que ya ha pasado por cinco agentes urbanizadores en estos años».