PLENO EXTRAORDINARIO
Vila-real aprueba bajar un 2% el IBI por la nueva tasa de basuras con el PP en contra
PSOE, Compromís, Vox y el edil no adscrito votan a favor de reducir este impuesto, y los populares se oponen porque es «una operación de maquillaje» que «no aliviará nada la elevada presión fiscal»

De izquierda a derecha, Sabina Escrig, Maria Fajardo y José Benlloch, durante el pleno extraordinario de este lunes. / Mediterráneo
Solo cuatro días después de un pleno ordinario en el que la reducción de un 2% del IBI planteada por el equipo de gobierno (PSOE y Compromís) para compensar la nueva tasa de residuos tensó el debate, este lunes los grupos municipales volvieron a verse las caras, esta vez en sesión extraordinaria, para abordar su aprobación.
Fue una continuación del pleno del jueves, con los argumentos de cada parte ya mostrados, y en la que PSOE y PP volvieron a tirarse dardos unos a otros criticando la política fiscal durante sus años de gobierno.
La bajada del impuesto salió adelante con los votos a favor del bipartito, Vox y el concejal no adscrito (Manu Rubert) y con el rechazo del PP.
Antes de pasar a la votación, la concejala de Hacienda, la socialista Sabina Escrig, ya dejó claro, como ya había hecho en el pasado pleno, que bajar un 2% del IBI es «poco», pero es lo que pueden en este momento, ya que «las circunstancias de Vila-real son diferentes a las de otras poblaciones» y volvió a dejar caer que es «ridículo» que, por ejemplo, Castelló solo lo rebaje también un 2%.
«A todos los políticos nos gusta bajar impuestos, pero hemos de ser realistas y transparentes. No podemos bajarlo más porque la agónica situación del urbanismo a coste cero que nos dejó el PP nos tiene como nos tiene, ya que el urbanismo no es un mantra, sino el resultado de la gestión del Partit Perillós de Vila-real», expuso Escrig. Y aseguró que si no tuvieran que hacer frente de forma continua a ese «lastre», lo bajarían un 20% y no un dos.
Explicaciones de voto
Desde Vox, el edil Fernando Archela explicó que votaron a favor porque «cualquier rebaja fiscal, por pequeña que sea, es un respiro para los ciudadanos, que ya están ahogados por un montón de tasas y normativas que solo encarecen la vida». Eso sí, remarcó que esta reducción es «insuficiente», son «solo unas migajas en comparación al impacto que tendrá la nueva tasa de residuos sobre las familias y los autónomos», dijo.
Desde Compromís, la vicealcaldesa, Maria Fajardo, señaló que esta bajada es «el máximo gesto simbólico» que pueden hacer a los vecinos, dado que «los números son los que son», «no solo por la situación urbanística, sino por los préstamos que ha pedido el Ayuntamiento a lo largo de la historia».
En representación del PP, su portavoz, Adrián Casabó, afirmó que esa rebaja del 2% del IBI no es más que «una operación de maquilaje que no va a contribuir en nada a aliviar la presión fiscal tan elevada que sufren los vecinos». Subrayó que esa reducción en el impuesto es «totalmente insuficiente» y «queda muy lejos de ser una medida efectiva», por lo que lamentó que la moción que planteó su partido el jueves no saliera adelante, en la que los populares proponían una modificación de la ordenanza que regula este tributo.
Duelo de recibos
Casabó enumeró cuánto ha ido pagando él de IBI desde el 2013 hasta ahora para criticar la política fiscal del alcalde, José Benlloch, durante estos años, recriminando que el PSOE «ha subido el impuesto más de 100 euros en 10 años». Como réplica, el primer edil también contó lo que ha pagado y paga por este recibo: «Manipula de forma permanente un dato que le puede destruir de forma muy fácil. En estos 13 años se han incorporado 1.700 unidades fiscales nuevas que no estaban entonces».
«Es mentira que se recauden más millones porque la gente paga más. Recaudamos mucho más porque hay mucha gente que paga y el pueblo es mucho más grande y el coste de la vida ha subida un 28,7% desde entonces», desgranó Benlloch, y recalcó el impacto de las sentencias urbanísticas, en especial la última, por la que el Ayuntamiento deberá pagar 500.000 euros (365.000 más los intereses) por una expropiación para la ronda suroeste, como contó Mediterráneo.
«De gesto, nada. Los 500.000 euros que valen esta sentencia es lo que vale el bus gratuito Groguet o el contrato de caminos rurales. Quitar medio millón al pueblo en IBI es dinero que tenemos que quitar para hacer muchas cosas. Esta rebaja es una manera de hacer entender a los vecinos que si pudiéramos y si no tuviéramos a la justicia acosándonos todos los días por las ilegalidades brutales que se hicieron y que llevaron el pueblo a la ruina, lo bajaríamos mucho más», exclamó.
El pleno también aprobó con los votos a favor del equipo de gobierno y el edil no adscrito, la abstención de Vox y el no del PP, una ordenanza para regular la nueva tasa de residuos que viene marcada por la Unión Europea. Debía estar aprobada antes del 4 de octubre para poder estar 30 días en exposición pública.
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