Cuando Tarancón pudo ser Papa: de Vila-real al Vaticano acompañando al cardenal
El cardenal de Burriana fue un habitual de Villa Anita, el chalet vila-realense de Manuel Arrufat y Ana Parra, que le acompañaron hasta Casa Santa Marta, en Roma, en los cónclaves que eligieron, en 31 días, a Juan Pablo I y Juan Pablo II
Vicente Tarancón compartió largas temporadas con la familia Arrufat Parra en su chalet de Villa Anita, ubicado en Vila-real. / Mediterráneo
La figura de Vicente Enrique y Tarancón, cardenal de la concordia durante la Transición (nacido en Burriana en mayo de 1907 y fallecido en Valencia en 1994) fue en su día blanco de unas apuestas que, hasta en dos ocasiones de los tres cónclaves a los que asistió, le situaban como máximo exponente para convertirse en Papa.
No estuvo tan lejos que la Iglesia católica nombrara a un castellonense como cabeza visible de su curia.
Manuel Arrufat y Ana Parra acompañaron a Tarancón hasta Roma en dos de los tres cónclaves en los que participó el burrianense. / Mediterráneo
Su papel conciliador y el compromiso social de la Iglesia encumbraron el nombre de este cardenal en un tiempo político muy convulso en España. Fue presidente de la Conferencia Episcopal en tiempos de la Transición, donde fue básica su actuación para la consolidación de la democracia.
Además, durante su trayectoria, ejerció como arzobispo de Oviedo, de Toledo y de Madrid-Alcalá.
Apegado a sus orígenes
Pese a su papel clave en el cambio de régimen en España, en ningún caso renunció a sus orígenes y fueron habituales sus prolongados retiros en su provincia natal, donde reunió a nuncios y altos representantes de la curia.
El cardenal Vicente Tarancón fue clave durante la Transición para llegada de la democracia a España. / Mediterráneo
Fue en Vila-real donde estableció su cuartel general durante su retiro activo y lo hizo en Villa Anita, un chalet situado junto al río Mijares, propiedad de la familia Arrufat Parra, con la que siempre mantuvo una estrecha amistad. El cardenal pasó largas temporadas en este enclave, situado junto al Termet, acompañado de su hermana y religiosas que se encargaban de su cuidado.
El matrimonio de Vila-real formado por Manuel Arrufat y Ana Parra fue el que, hasta en dos sedes vacantes anteriores, acompañó al cardenal Tarancón a Casa Santa Marta en Roma, donde el colegio cardenalicio se hospedaba antes de encerrarse en la Capilla Sixtina para la elección del nuevo pontífice.
Fueron los cónclaves que permitieron elegir a Juan Pablo I y, solo 33 días después, a Juan Pablo II. Manuel Arrufat y Ana Parra siempre escoltaron al cardenal Tarancón hasta los pies de la sede purpurada sin saber si contarían con su compañía para el viaje de vuelta, tal como recuerdan fuentes de la familia.
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