¿Por qué nunca se puso en marcha el Vilabici tras adjudicarse hace casi tres años? Señalan a tres responsables en Vila-real

Tras un año de investigación, la comisión achaca a la empresa adjudicataria y las concejalías de Medio Ambiente y Movilidad la no ejecución del servicio

El Ayuntamiento ha instalado algunas de las estaciones base del nuevo servicio Vilabici.

El Ayuntamiento ha instalado algunas de las estaciones base del nuevo servicio Vilabici. / Josep Carda

Vila-real

¿Por qué el servicio de préstamo gratuito de bicicletas de Vila-real, el Vilabici, adjudicado en el 2022, nunca ha llegado a ponerse en marcha? Esa es la gran pregunta que vertebró y motivó la creación de una comisión de investigación para tratar de dar respuestas.

Tras más de un año abierta, este viernes tuvo lugar la última sesión, en la que dieron a conocer las conclusiones, que han redactado dos funcionarios y que aprobaron por unanimidad los cuatro partidos con representación municipal (PSPV, PP, Compromís y Vox).

Empezó en enero de 2024

Así concluye un serial de sesiones que comenzó en enero del 2024 y que contó con las comparecencias de técnicos, el exconcejal José Ramón Ventura Chalmeta (exedil de Medio Ambiente, responsable de este proyecto cuando salió a licitación y lo adjudicaron), el concejal de Movilidad, Emilio M. Obiol (que heredó esta patata caliente), representantes de la empresa adjudicataria (Autobuses Furió) y también una de las compañías que pujó al concurso.

El contrato del Vilabici fue adjudicado en julio de 2022 a Autobuses Furió, pero el sistema no ha estado operativo en ningún momento, por lo que, según consta en la documentación, «no se ha efectuado ningún pago ni se ha emitido ninguna factura». 

«Falta de coordinación grave»

En el escrito de conclusiones, al que ha tenido acceso Mediterráneo, la comisión de investigación detecta «una falta de coordinación grave entre los servicios técnicos municipales, los responsables políticos y la empresa adjudicataria del Vilabici, que ha impedido reconducir la situación a tiempo».

Considera que la existencia de «cambios reiterados» en la titularidad de la concejalía que ostenta el contrato (primero Medio Ambiente y después Movilidad) y, por tanto, la rotación de técnicos implicados en el proyecto, han provocado «una falta de continuidad y seguimiento» y también han contribuido a «la desconexión entre fases y la pérdida de control sobre las actuaciones de la compañía adjudicataria».

Responsabilidades

Tras constatar «divergencias» entre las versiones técnicas ofrecidas por las empresas y detectar «posibles desequilibrios técnicos en la valoración de las ofertas y en la supervisión posterior del servicio», la comisión señala a tres responsables por la puesta en marcha fallida del Vilabici.

  • La empresa Autobuses Furió, «por no haber ejecutado el contrato de acuerdo con las condiciones previstas, aportando materiales no homologados».
  • La concejalía de Medio Ambiente (2019-2023), «por no haber previsto ni aplicado controles de calidad y seguimiento durante la fase inicial de despliegue y no señalar con claridad las deficiencias de los pliegos antes de la adjudicación, así como no haber frenado a tiempo la instalación incorrecta de las bases».
  • La concejalía de Movilidad (desde 2023 hasta ahora), «por dar continuidad al proyecto iniciado por el anterior responsable del servicio y no optar por abrir de nuevo el procedimiento con unos nuevos pliegos de condiciones y una nueva licitación».

Aun así, el informe de conclusiones también remarca que el Ayuntamiento, como institución, tiene que reconocer «su responsabilidad colectiva por no haber garantizado la estabilidad técnica y el seguimiento político necesario en un proyecto de esta naturaleza». «La rotación excesiva de responsables, primero Medio Ambiente y después Movilidad, ha dificultado la gestión y ha contribuido al fracaso del servicio», desgrana el texto.

Posible expediente sancionador

El último punto incluye una serie de recomendaciones, como estudiar la tramitación de un expediente sancionador a la adjudicataria y, si procede, resolver definitivamente el contrato; o impulsar una auditoría interna del proceso de adjudicación. Además, al extinguirse este documento en verano de 2026, el informe aconseja redactar unos nuevos pliegos «con criterios técnicos rigurosos, claros y adaptados a la realidad urbana de Vila-real, con la participación de profesionales externos si hace falta»; y trasladar estas recomendaciones a la Secretaría municipal para que tome las medidas pertinentes.

También considera que hay que asegurar una asignación estable de responsables técnicos en los proyectos estratégicos de la ciudad con el fin de «garantizar una ejecución coherente y continuada».

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