La historia de Zoe comienza cuando se le diagnostica una compleja cardiopatía (tetralogía de Fallot y atresia pulmonar) a finales de 2020. La noticia fue un duro revés para la familia. Pero Vila-real es un pueblo de gente luchadora que no se echa atrás nunca, por duro que sea el obstáculo. Al golpe de la dolencia, se unió que la única solución era una delicada intervención con un coste de 172.000 euros. El mejor especialista estaba en Boston.

La familia empezó una campaña de sensibilización con el problema de su hija y el Villarreal recogió el testigo y se volcó con la causa buscando donaciones. Y empezaron a llegar muestras solidarias de todos los puntos, incluidos jugadores, aficionados y miembros del Consejo de Administración del Villarreal. No se consiguieron 172.000, no fueron 200.000 euros, con lo que se podía sufragar la operación y, además, mantener a la familia durante su estancia en Estados Unidos. Zoe fue intervenida en el Boston Children’s Hospital.

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La campaña tuvo un gran impacto emocional y también efectivista, ya que el Villarreal cedió su segunda U televisiva en el Estadio de la Cerámica para que las empresas colaboradoras pudieran aparecer en ella. Todo el dinero recaudado fue para Zoe. Mención especial merecen también en la colaboración con la causa para el Athletic Club y el Levante UD, que quisieron colaborar donando camisetas de sus futbolistas.

Y ahora Zoe Prieto Branchadell, quien cumplió el pasado lunes dos años, ya corretea y juega con absoluta normalidad. Ella ha recuperado la sonrisa y su familia la felicidad después de que la intervención del pasado 27 de enero fuera un absoluto éxito, hasta tal punto que no deberá realizarse otra hasta que Zoe cumpla 10 años. Un rotundo éxito y el 1 de marzo regresó a su casa de Vila-real.