Ridículo de la UEFA. Lamentable, bochornoso, patético o todos los adjetivos que les quieran poner. Lo que vivió ayer el Villarreal CF y los otros 15 equipos clasificados para los octavos de final de la Liga de Campeones fue de juzgado de guardia. De hecho, el Submarino pasó de tener que verse las caras ante el Manchester City a, horas después, tener que enfrentarse a la Juventus, los día 22 de febrero en La Cerámica y 16 de marzo en Turín (ambos 21.00 horas). Un mal menor.
El sorteo de la Champions League que la UEFA organizó de forma telemática ayer en Nyón (Suiza) estuvo marcado por el esperpento y la polémica. Y menos mal que fue telemático, porque si hubieran estado de cuerpo presente los representantes de cada club, el ruido se hubiera multiplicado.
De chiste
Todo comenzó cuando el exinternacional ruso Andreu Arshavin, la mano inocente, abrió la caja de los truenos. Ya se había anunciado el emparejamiento Benfica-Real Madrid. Era el turno de conocer el rival del Villarreal. Con toda la familia grogueta esperando con atención... y desastre: Manchester United.
La sonrisa del exfutbolista de Zenit y Arsenal contrastaba con la cara de póquer de Giorgio Marchetti, ese dirigente que asociamos a todos los sorteos de la máxima competición continental cuyo rostro se asemeja al de Claudio Ranieri. Rápidamente, el director de competiciones de la UEFA se encargaba de rectificar y decir que era imposible al haber coincidido amarillos e ingleses en el mismo grupo en la primera fase.
Instantes después, Arshavin removía de nuevo las bolas y cogía la del Manchester City. Un palo duro para el Submarino, ya que le tocaba en suerte el rival que, junto al Bayern de Múnich, era el más temido por técnico y jugadores.
El sorteo terminó con aparente normalidad, pero en redes sociales anticipaba el terremoto que estaba a punto de acontecer.
Y ello se agravó tras sortearse al Atlético de Madrid, ya que se incluyó por error la bola de la copa marcada con el rótulo del Liverpool (que tampoco podía ser el rival) y no la del United.
Después de unos minutos de incertidumbre, comunicado UEFA: «Tras un problema técnico con el software de un proveedor de servicios externo que instruye a los jueces sobre qué equipos son elegibles para jugar entre sí, se produjo un error en el sorteo de los octavos de final». Y se declaraba nulo el sorteo y se anunciaba su repetición a las 15.00.
Beneficiados y perjudicados
Como en todo, este hecho fue bien a unos y mal a otros. Por ejemplo, el Real Madrid alegaba con razón que su eliminatoria no se había visto afectada por el error, puesto que las bolas que se habían mezclado eran las de Liverpool y United, dos primeros clasificados como el club blanco. El caso es que el sorteo 2.0 dejó un PSG-Real Madrid. El Villarreal y el Atlético salían claramente beneficiados: pasaban de City y Bayern a Juventus y United, respectivamente. El resto: Chelsea-Lille, Ajax-Benfica, Liverpool-Inter, Sporting-City y Salzburgo-Bayern. Ver para creer.
