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VILLARREAL CF

El Villarreal y el Levante: once meses y dos caminos opuestos

Desde que jugaran en Copa en febrero, el Submarino ha ido a más y los ‘granotas’ a menos

Pervis Estupiñán golpea el esférico ante la presión de José Luis Morales, durante la prórroga del partido de Copa. MANUEL BRUQUE

Once meses han pasado desde que el Levante UD eliminara al Villarreal CF en los cuartos de final de la Copa del Rey 2021. En aquel encuentro, en el que el Submarino fue el claro dominador, un gol de Roger en el último minuto de la prórroga privó a los amarillos de disputar las semifinales del llamado torneo del ko. El conjunto granota fue el que peleó por meterse en la anhelada final pero fue a menos en LaLiga y sufrió de lo lindo para salvarse, mientras que el equipo de Unai Emery experimentó un crecimiento exponencial que le llevó a conseguir su primer título, el de la Europa League.

Desde aquel 3 de febrero del año pasado, Villarreal y Levante, que este lunes se enfrentan en el Estadio de la Cerámica (19.00 horas) en el primer partido del 2022, han protagonizado trayectorias diametralmente opuestas, llevando al éxtasis a los villarrealenses y a caer en depresión a los levantinistas. Una situación en la que también se podría decir que llegan ahora al derbi autonómico de este arranque de nuevo año y con el que se cierra la primera vuelta de la competición en Primera.

Y es que, más allá de la actual situación de las dos plantillas por la pandemia del coronavirus, los de Emery llegan al derbi autonómico del lunes clasificados para los octavos de final de la Champions League (juegan entre febrero y marzo contra la Juventus), inmersos todavía en la Copa del Rey (donde el jueves se miden al Sporting de Gijón a las 18.00 horas en El Molinón) y en LaLiga han encadenado una racha de tres victorias consecutivas ante el Rayo Vallecano (2-0), Real Sociedad (1-3) y Deportivo Alavés (5-2) que les ha permitido alejarse de los puestos de descenso y acercarse a los europeos --donde querían estar-- tras un inicio de la competición doméstica bastante irregular y en la que no acababan de salir las cosas.

La cara y la cruz

Todo lo contrario sucede en el seno del Levante. El plantel que ahora dirige el joven Alessio Lici es el colista de la categoría, tan solo ha sumado 8 puntos de 54 posibles en 18 jornadas disputadas, tiene a cinco puntos los puestos de la permanencia y, por si todo esto no fuera suficiente para encender las alarmas, cabe destacar que no ofrece ninguna fiabilidad sobre los terrenos de juego ya que no ha ganado ningún partido en lo que va de temporada (acumula ocho empates y diez derrotas), lleva 23 jornadas consecutivas sin conocer la victoria contando las del curso pasado y este ha cambiado de entrenador ya hasta en dos veces. 

Comenzó la temporada con Paco López en el banquillo, al que destituyó a principios de octubre por los malos resultados; luego llegó Javier Pereira y duró menos de dos meses en el cargo, y desde comienzos de diciembre rige el destino levantinista el joven Alessio Lisci, que hace bien poco dirigía al juvenil del Levante y al que le ha tocado un reto mayúsculo como se le presenta la permanencia en la máxima categoría.

A ello hay que sumarle el hecho de que al Levante se le resiste la primera victoria del año en la Liga desde 2013 cuando se impuso por 3-1 al Athletic Club con dos goles de Vicente Iborra y uno de Nabil El Zhar el 5 de enero de aquel año en el Ciutat de València.

Desde entonces, el conjunto levantinista ha sufrido seis derrotas y un empate en sus primeros partidos del año en Primera división y curiosamente hace doce meses cayó en Vila-real, ante el mismo rival con el que ahora comienza el año, al perder por 2-1. 

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