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VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal se duerme y cae en la Copa ante un Sporting ramplón (2-1)

El equipo de Emery, espeso y muy lento, se deja voltear un 0-1 en 23 minutos ante un rival muy flojo

El Sporting celebra el gol ante la incredulidad de los jugadores del Villarreal.

Muy fríos, desconectados, espesos y, sobre todo, sin ritmo y muy lentos. El Villarreal CF fue un espejismo ayer de lo que está siendo durante toda la temporada, independientemente de los resultados, y quedó eliminado de la Copa del Rey tras caer en los dieciseisavos de final ante el Sporting de Gijón (2-1), un equipo que, pese a ser de Segunda División, no atraviesa su mejor momento, apenas se mostró como un equipo ramplón, con pocas ideas y poca llegada, pero que aprovechó un regalo de Rulli y la apatía en el repliegue del Submarino para voltear un 0-1 en los 23 minutos finales.

Una temporada más se repite la historia y el conjunto de la Plana Baixa queda apeado del torneo del KO sin poder soñar ni tan siquiera con disputar las semifinales y aspirar a jugar una final. Cierto es que el Submarino contaba con muchas bajas, de jugadores importantes, y que se reservó a Gerard Moreno y no se pudo contar con Yeremy Pino o el meta Sergio Asenjo, pero ello no es excusa para el pobre partido que ofrecieron los groguets. Duro varapalo para un equipo que ahora tendrá que centrarse en LaLiga, recuperar efectivos y esperar a la Champions League.

El diseño de Emery

Unai Emery, desde el pasado ejercicio, se ha dedicado advertir, por activa y por pasiva, que el secreto para sobrevivir en la Copa del Rey está en respetar tanto a la competición como al rival. Y ayer de nuevo lo hizo. Eso sí, siempre en función de los lesionados, los afectados por el Covid y los cuatro jugadores que se han ido a la Copa de África.

Es por ello que diseñó un equipo en el que mezcló titulares con algunos menos habituales y dio la alternativa desde el inicio al joven delantero Nicolas Jackson. Todo ello barnizado por un 4-4-2 en rombo, algo poco habitual. Rulli tuvo que repetir como meta titular. La zaga la armó con tres titulares como Albiol, Pau y Pedraza, con Mario en la derecha.

En la medular la novedad fue el jugar en rombo, con Capoue como pivote por delante de la zaga, con Moi Gómez y Alberto Moreno como interiores y Manu Trigueros como eje ofensivo del vértices, es decir, mediapunta en ataque, mediocentro en defensa. Y arriba, las dos grandes sorpresas: el joven senegalés de 20 años Nicolas Jackson en punta y Dani Raba con libertad ofensiva.

Pero este nuevo diseño no le terminó de sentar del todo bien al Submarino. Quizá por aquello de jugar ante un Segunda, el frío y el mal estado del césped de El Molinón, los amarillos no salieron enchufados al partido.

El ímpetu local se imponía al talento de un Villarreal impreciso, en el que jugadores como Raba o Pedraza cometieron demasiadas imprecisiones que le costaban peligro a la contra del rival. De hecho, hasta cerca de la media hora los amarillos no despertaron, con varias acciones de un Manu Trigueros que lo intentó desde fuera del área. Poco más ofreció el equipo en dicho acto.

Remontada local en 23 minutos

En la reanudación, Emery apostó por Gerard por Raba y el equipo mejoró. Con el killer se generaron tres ocasiones como preludio al gol de Albiol de cabeza tras un centro de Alberto Moreno. Y ya. Los amarillos se durmieron, quizá se confiaron y el Sporting lo olió. Y en 23 minutos, del 65 al 88, Djurdjevic se aprovechó del enésimo regalo de Rulli y Milovanos de la apatía defensiva amarilla para ajusticiar a un Villarreal que queda apeado de la Copa ante un rival pobre que solo hizo que aprovecharse de la apatía rival.

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