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VILLARREAL CF

La crónica de la Champions League | El Villarreal le mete miedo a la Juventus (1-1)

El Submarino sabe rehacerse del 0-1 a los 34 segundos y acabó encerrando a la 'Vecchia Signora'

Dani Parejo celebra el gol del empate del Villarreal ante la Juventus.

El Villarreal CF le ha metido miedo este martes a la Juventus (1-1). La eliminatoria de octavos de final de Liga de Campeones sigue abierta y los amarillos viajarán a Turín con el factor campo en contra, pero más vivo y con muchas opciones de meterse en cuartos. Su gran mérito fue rehacerse del duro golpe de recibir un tanto a los 33 segundos y mantener la cabeza fría y el corazón caliente para no ceder ante un rival poderoso y experimentado como el conjunto italiano. Unai Emery lo planteó como un partido de 180 minutos que tiene una segunda parte y acabó encerrando a la Juve en su campo. Los cuartos están en el aire.

Detalles, esa palabra tantas veces nombrada en el fútbol para describir que un partido muy igualado y equilibrado sólo se podría resolver por un error ajeno o un acierto propio. Un error de Alberto Moreno, una ingenuidad defensiva y una genialidad de Vlahovic cambiaron el guion de un partido que, seguramente, se habría desarrollado con otro patrón diferente si a los 34 segundos la Juventus no hubiera dejado en silencio la Cerámica. This is the Champions, reza uno de lo eslóganes de marketing de la UEFA. Y el Villarreal lo pudo comprobar en sus carnes a las primeras de cambio. Casi sin poder asentarse en el campo. Y a la Juventus se le puso el partido como les gusta a los italianos.

Al Submarino le costó digerir el 0-1. La digestión de un palo tan grande necesitaba una buena dosis de Almax en forma de gol. Y lo tuvo cerca en una acción individual de Pedraza con pase atrás que Lo Celso remató al poste. Otra vez ‘detalles’ no se puso la zamarra grogueta. El Villarreal tomó el control, no se sabe si por iniciativa propia o porque la Juve optó por ese escenario. Allegri provocó la presión alta de su rival, sacando el balón desde el mismo área pequeña. La treta era que los amarillos adelantaran líneas y buscar el lanzamiento largo buscando la espalda de la zaga amarilla. Era como ponerle queso en un ratonera para que la presa cayera atrapada. 

Supo tener paciencia

El Villarreal no podía hacer otra caso que no perder los nervios y tener paciencia. Los italianos hicieron lo que mejor saben hacer: un catenaccio monumental. Repliegue intensivo en su campo para cerrar cualquier espacio libre. La posesión del equipo de Emery era inofensiva. A jugadores como Danjuma o Chukwueze les faltaba carretera para encarar por velocidad. La dinámica del juego era estrellarse una y otra vez contra un muro. La sensación era que los italianos se sentían cómodos y a la vez mostraban peligro cada vez que pisaban área, como en una acción de Morata que pudo poner la eliminatoria al borde del Ko para los amarillos. 

El Submarino no podía jugar a lo que sabe realmente. Le faltaba juego y recursos para encontrar la grieta. El fútbol se convirtió en un partido de frontón. Los pelotaris iban de amarillo y el frontón estaba pintado de los colores de la Juventus.

El segundo acto

Y el panorama no cambió demasiado a la salida de vestuarios. En la segunda parte todo continuaba igual. El Submarino buscaba ese detalle que le permitiera lograr el empate. La mejor virtud del Villarreal era la paciencia y afrontar el partido con cabeza. Después de tanto recibir balonazos, la muralla mostró un síntoma de debilidad. Capoue mando un balón picado al interior del área y Parejo entrando desde atrás definió con precisión. El 1-1 planteaba otro escenario diferente, más con la eliminación del valor doble de los goles fuera de casa. 

Los italianos se resintieron del golpe, mientras que el Villarreal dio un paso adelante. Ya no se encontraba a gusto y sufría para conservar el 1-1. El árbitro alemán estuvo condescendiente con Rabiot a quien dejó en solo en amarilla una entrada a Chukwueze con tintes de roja.

Emery buscó la victoria

Emery tardó en mover piezas, quizás por miedo de romper el ritmo de un equipo que había retomado el control, pero el cansancio estaba pasando factura. Y la Juve se quitó la careta: y renunció radicalmente al ataque para atrincherarse. Ya no hubo más detalles decisorios y la igualdad prevista volvió a reinar de nuevo. También como se preveía el partido iba a durar 180 minutos y se iba a resolver en la segunda parte de Turín. El Villarreal no fue menos que la Juve y mantiene intactas sus opciones.

LA FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO:

Villarreal: Rulli, Foyth, Albiol, Pau Torres, Pedraza (Estupiñán, m.79), Chukwueze (Yeremi Pino, m.90), Capoue, Parejo, Alberto Moreno (Trigueros, m.79), Lo Celso y Danjuma (Día, m.90).

Juventus: Szczesny, Cuadrado, Danilo, De Ligt, Alex Sandro (Bonucci, m.46), De Sciglio (Pellegrini, m.87), McKennie (Zakaria, m.81), Locatelli (Artur, m.71) Rabiot, Morata y Vlahovic.

Goles: 0-1. Min. 1: Vlahovic. 1-1. Min. 66: Parejo.

Árbitro: El alemán Daniel Siebert que amonestó por el Villarreal Rulli (m.73) y por Juventus a Rabiot (m.73)

Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en La Cerámica ante 17.686 espectadores. 

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