La marea amarilla, con cerca de 3000 aficionados del Villarreal, llegó a primera hora de la mañana a Liverpool, tras un buen madrugón para viajar cargados de ilusión y de ambición desde los aeropuertos de Valencia y de Castellón. A las 6.00 horas de la mañana empezaron a llegar los primeros coches y autobuses a la terminal de Vilanova d’Alcolea, y sobre las 7.53 horas finalizó la cola de seguidores amarillos que aguardaban en la cola del aeropuerto para pasar todos los controles y más tarde acceder al avión asignado para emprender viaje.

Ataviados con indumentaria amarilla y provistos todos de chaquetas por si las moscas, entraron al aeropuerto, subieron al avión y después aterrizaron en territorio inglés. Muchos se contaban las peripecias para obtener pasaporte en tiempo récord, otros mostraban sus nervios al tratarse del primer desplazamiento por Europa con el Villarreal, otros les contaban las batallitas de otras salidas para animar al equipo.

¿Qué pasará? Era una de las preguntas clave. En muchos casos había unanimidad: «Confiamos en el método Emery», «si funciona el método Emery, tenemos mucho ganado», «confío en salir vivos de Anfield y sentenciar en La Cerámica», «hay que salir vivos y rematar la faena en El Madrigal, para mi sigue siendo El Madrigal».

Gente joven

Y mucha, mucha juventud, y también niños más pequeños acompañados por sus padres porque momentos como estos, partidos de este calado, no se viven todos los días. Así que quieren que sus niños, que ya viven muy intensamente los colores amarillos del Villarreal, puedan decir dentro de unos años que fueron testigos de las primeras proezas del club que preside Fernando Roig por Europa.

Algunos llevaban libros para leer durante el viaje, otros cámaras de fotos para inmortalizar su estancia en Liverpool y en un campo tan especial como Anfield. Equipaje ligero por aquello de que se trataba de un viaje de ida y vuelta. Todos cargados, eso sí, de sentimiento, de ilusión, de pasión y esperanzados de ver a su equipo dar la talla frente a, posiblemente, el mejor equipo europeo hoy en día.

Luego, en el partido de vuelta, Dios dirá. Todos los seguidores amarillos coinciden en que todo se decidirá en el Estadio de la Cerámica porque no quedará todo visto para sentencia en el feudo del Liverpool.