El presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, ha asegurado a EFE, en una entrevista con motivo de la final de la Champions entre el Real Madrid y el Liverpool, que le ha «impresionado mucho el rendimiento del Villarreal», al que considera «inspirador». Además, afirmó que «no tiene sentido seguir hablando» del proyecto de la Superliga, «porque no existe», y «el fútbol europeo está más unido que nunca», poniendo precisamente al Submarino como antídoto de ese proyecto elitista que secundan los blancos, la Juventus y el Barcelona.

El Villarreal, después de acariciar la final de la Champions en París, no tiene asegurada todavía su presencia, la próxima temporada, en una competición europea. Se lo jugará el domingo a una carta en el Camp Nou: debe mejorar o igualar el resultado del Athletic en el campo del Sevilla para ir a la Conference.

El dirigente esloveno, a la pregunta de si le había sorprendido el rendimiento de algún club o jugador en esta temporada, rápidamente se refirió al Villarreal.

«Una historia inspiradora»

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«Aunque no llegó a la final [de Champions], me impresionó mucho el rendimiento del Villarreal este año», introdujo el máximo responsable del fútbol europeo. «Sabía que era un equipo difícil de batir antes del comienzo de la temporada, pero su rendimiento toda la temporada ha sido una sorpresa positiva, eliminando a un rival destacado tras otro», comentó, seguramente teniendo en cuenta el título de la Europa League conquistado hace cerca de un año en Gdansk al Manchester United y la pérdida de la Supercopa de Europa, semanas después, en Belfast, contra el Chelsea, por penaltis.

«Si no me equivoco, toda la población de Vila-real podría caber en el estadio de estos gigantes a los que se ha enfrentado», dijo, aludiendo a la propia Juventus y al Bayern de Múnich, a los que los amarillos eliminaron en octavos y cuartos, respectivamente; así como al Liverpool, verdugo en semifinales (los amarillos llegaron a neutralizar el 2-0 de Anfield en el primer tiempo del partido de vuelta, en el Estadio de la Cerámica». «Fue, sin duda una historia inspiradora», rubricó Ceferin.