Este sábado puede ser un gran día, como diría el gran Joan Manuel Serrat. Hoy es el día en el que se juega toda la temporada a 90 o a 120 minutos. El Villarreal B y el Nàstic de Tarragona afrontan el último partido que les resta de la campaña 2021/22, ese que a uno de los dos le llevará a celebrar el ascenso a Segunda División. A las 21.00 horas es la gran cita en Balaídos (Vigo) después de que siete días atrás el filial amarillo venciera y convenciera ante la UD Logroñés (3-1), y el conjunto tarraconense se ganara el otro billete para la final tras derrotar al Racing de Ferrol (0-1).
De los tres marcadores posibles, dos beneficiarán al Villarreal B en esta decisiva cita. Ganando ascenderá al fútbol profesional y, si pasados los 90 minutos y los 30 más de la prórroga se mantiene cualquier empate, también se verá beneficiado el filial amarillo por haber quedado mejor clasificado a la conclusión de la fase regular en el grupo 2 de Primera RFEF (segundos contra cuartos). Así, el Nàstic sólo ascendería de categoría ganando este encuentro que se presenta muy intenso.
El trabajo de los diez últimos meses estará en juego en Balaídos. En el caso de la escuadra vila-realense cabe destacar que estuvo toda la fase regular ocupando plaza de play-off, siempre entre los tres primeros clasificados y por eso muchos le señalan como favorito. Pero los jugadores de Miguel Álvarez no quieren llevar esa etiqueta. Tocan madera y confían en que su talento los lleve a derrotar al equipo más veterano de la categoría, con una media de edad de 29,5 años. Pero a la hora de la verdad, veteranos o jóvenes todos se multiplican y todo se iguala en un partido tan trascendente como es el de esta noche. Una final en la que el filial amarillo pierde por lesión a Diego Collado y a Álex Forés, y los tarraconenses recuperan al sancionado Bonilla.
Rival complicado
El Nàstic es un equipo con mucho jugador importante en la categoría y que, además, en diciembre se reforzó con futbolistas de Segunda División y del desaparecido Extremadura. En los últimos meses de la competición empezó a jugar esperando a su rival en bloque medio, sin prisa para atacar. Se defienden bien y no les importa estar sin la pelota. Esperan a que el rival se equivoque, a robarle el balón, para transitar. Así es como han encontrado su mejor versión. Es un equipo que concede muy poco y al que se tiene que elegir muy bien cómo atacarle, para que no robe el esférico y con ello genere situaciones de peligro.
A todo ello, la escuadra romana lee muy bien todas las situaciones de partido. Tiene mucha experiencia en su plantilla, tanto en los jugadores como en el técnico. Cuenta con muchas fases de ascenso a sus espaldas. Uno de sus jugadores más experimentados es Dani Romera, que no tenía minutos en Segunda y escogió salir de Ponferrada para ir al Nàstic. Al principio le costó adaptarse y coger ritmo, pero después ha sido un jugador importante y acabó haciendo muchos goles. Es el típico jugador entre líneas, que cuando estás atacando se queda descolgado, y habrá que vigilarlo.
Miguel Álvarez: «Veo a mi equipo muy preparado para esta final»
Miguel Álvarez, entrenador del Villarreal B, reconoció que su equipo está preparado para afrontar una final de este tipo, donde el premio para el vencedor será el ascenso a Segunda División. «Estoy convencido de que los jugadores están listos para competir ante cualquier rival. Creemos mucho en nuestro trabajo aunque llegados aquí la experiencia previa ya no vale. La clave son los futbolistas. Tenemos que disfrutar, encontrar soluciones a cada situación del juego y ser polivalentes. Veo a los chavales preparados para esta final», comentó el experimentado técnico jienense, consciente de lo que hay en juego.
Respecto al Nàstic, Álvarez comentó que «las mejores referencias que tenemos son los partidos que hemos disputado contra ellos. Es un equipo que defiende bien y apenas concede. Hay que hacer bien las cosas cuando tengamos la posesión y cuidar los aspectos sin balón. Somos conscientes de sus virtudes, conocemos a sus mejores jugadores. Es momento de intentar ser protagonistas y que los jugadores hablen en el césped».
