El Villarreal CF ha llegado a un acuerdo con el Levante UD para la cesión de Vicente Iborra hasta final de temporada, puesto que el jugador tiene contrato hasta 2024. En caso de que el conjunto granota logre el ascenso a Primera, se ejecutará una de las cláusulas que figuran en el compromiso por la que el centrocampista de Montcada pasaría a ser propiedad de la entidad de Orriols. Es decir, Iborra se marcha en una operación de préstamo con una obligatoriedad de compra si el Levante recupera la categoría pérdida esta temporada. En caso contrario, Iborra regresaría a la disciplina amarilla para cumplir su último año con el Villarreal.

El Cádiz se metió en la puja por el jugador a última hora, pero el Villarreal colaboró, abonando parte de la nómina del futbolista de esta temporada, para que pudiera incorporarse a la disciplina granota, dadas las buenas relaciones entre ambos clubs y en cierto modo en señal de agradecimiento por el gesto de prestar el Ciutat de València durante media temporada al club amarillo con motivo de las obras del estadio de la Cerámica.

La operación salida del Villarreal pone la quinta velocidad

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Con la salida de Iborra del Villarreal, el club continúa rebajando su masa salarial en vistas a cumplir sus objetivos, aunque todavía necesitaría una venta de alguno de sus jugadores más emblemáticos para cuadrar sus cuentas del ejercicio 2022-23. En esa complicada tarea se halla inmerso el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles. Paso a paso se van cumpiendo los objetivos. De momento ya son cinco los jugadores que han dejado la disciplina amarilla del bloque que ganó la Europa League en la final de Gdansk al United en la tanda de penaltis. Mario Gaspar, Sergio Asenjo, Rubén Peña, Moi Gómez y ahora Iborra se han desligado de diferentes maneras de la plantilla que dirige Unai Emery, sin contar también a Javier Ontiveros que ocupará una licencia del filial de Segunda División, además de Xavier Quintillà.

Todavía pendiente queda la salida de Paco Alcácer y buscar acomodo a Boulaye Dia. Sobre todo con el primero, Emery no cuenta para nada en sus planes, mientras que se considera que buscar una cesión para el senegalés sería la mejor fórmula para que el jugador continuase su progresión deportiva y no perdiera valor en el mercado.