El Villarreal ha hecho los deberes y ha pasado con nota alta el duro examen de la operación salida. Sobresaliente otra vez para Negueroles a la hora de reajustar la plantilla siguiendo las premisas marcadas por su entrenador. Poco a poco, y uno a uno, han ido saliendo del club todo los jugadores que no entraban en los planes de Emery. Cada caso ha sido una aventura diferente. Incluso el asunto más enquistado como el de Paco Alcácer se ha resuelto, no de la forma que le hubiera gustado al club, pero se ha hallado salida. Con un coste económico elevado dado el fuerte desembolso efectuado para firmar al delantero de Torrent, pero ahorrando casi 18 millones de la ficha del jugador durante las tres temporadas que le restaban de contrato. El pago a su salida ha sido no poder amortizar su coste, pero en cualquier caso la operación se puede considerar como positiva, aplicando aquello de que más valer perder, que no perder dos veces. Su marcha al fútbol de Emiratos tuvo un desenlace curioso, por producirse en diferido, pero la explicación es fácil si se investiga en la fiscalidad de Emiratos Árabes Unidos. El primero en salir fue Asenjo, pero con finalización de contrato.

Solucionados los difíciles asuntos de Alcácer y Dia

La salida de Boulaye Dia no fue tan complicada, pero tampoco fácil, porque la idea del jugador no estaba en consonancia con la del club, que quería saldar su marcha con la amortización de su fichaje casi cubierta y ahorrando su nómina. El Mallorca presentó una buena oferta, pero el senegalés no la aceptó. Su deseo era el Niza, pero la propuesta gala no se acercaba a unos mínimos aceptables. Y al final fue la Salernitana el club que abonó alrededor de 1,5 millones por su cesión y su nómina completa. No era una mala salida, además de la posibilidad de hacer efectiva una opción de compra no obligada.

Buenas operaciones con Moi y Peña

No fueron malas las operaciónes de Moi Gómez y Rubén Peña. En el caso del primero no había amortización de fichaje y los 1,8 millones de euros, más variables, que pagó Osasuna reducen directamente fair play, más los 2,3 millones de su nómina. Con Rubén Peña, se pagó una indemnización pero se rescindiero dos años de contrato. Emery no contaba con él como lateral derecho y Osasuna le firmó como agente libre.

El trago sentimental de Mario e Iborra

Mas duro en lo sentimental eran los casos de Mario Gaspar e Iborra. El del Novelda llevaba toda su vida en el Villarreal. Emery no lo veía como alternativa para el carril derecho y se formalizó un 'intercambio' con el Watford con Kiko Femenía. La cesión, con opción de compra obligatoria de Iborra al Levante en caso de ascenso a Primera, se situaba entre el agradecimiento al conjunto granota por la cesión del estadio y el tema de Morales, junto a un pago al fenomenal comportamiento de Vicente Iborra, uno de los grandes profesionales que ha pasado por el Villarreal a lo largo de su historia. El club amarillo tuvo que abonar una gran parte de su ficha para que saliera al Levante, pero un peaje necesario por los motivos apuntados y no dejaba de ser a la vez un ahorro, aunque fuera mínimo.

El traspaso de Estupiñán

El traspaso de Estupiñán al Brighton también era una buena operación por el pago de 18 millones más cinco en variables, pese a tener que pagar un 20% al Watford por la plusvalía, es decir, alrededor de 600.000 euros, siempre hablando de cifras aproximadas por la no oficialidad de las mismas. En todas las operaciones, el ahorro del Villarreal puede situarse entre 15 y 20 millones de euros en el año en curso, pero con repercusión para ahorrar también en los venideros. Con ello, Negueroles, siempre apuntando que no son datos oficiales sino estimativos, estaría muy próximo al equilibrio financiero de la temporada, teniendo en cuenta que todavía puede arreglarlo hasta el 30 de junio de 2023 con cualquier operación o ingreso extra. En resumen, una vez más, como ya hiciera en el año del descenso a Segunda División, la gestión ha sido muy buena, sobre todo, si se tiene en cuenta que el Villarreal estaba en situación de desventaja y que las salidas de algunos jugadores eran harto complicadas por las altas nóminas de algunos de ellos.

El mercado todavía se cierra el último día de agosto, pero a falta de algunos flecos, o alguna salida sorpresa, Negueroles ha solventado una difícil papeleta para normalizar la estabilidad financiera de un club, que está totalmente saneado.

¿Se firmará un delantero?

El tramo final de la última ventana de inscripción de jugadores vendrá marcado por el resultado del partido de vuelta del play off de la Conference en Croacia, al que se llega con una ventaja de 4-2 lograda en el Ciutat de València ante el Hadjuk. Si se obtiene el billete para la fase de grupos, el Villarreal estudiaría la petición de Emery de firmar un delantero más. Es sabido que Cavani es uno de los candidatos, pero no él único.

Tema Foyth

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Respecto al tema Foyth, el Villarreal se sigue ateniendo a la cláusula de 42 millones. En ese interín, el club ha sondeado alternativas por si el Barça ejecutase el pago para llevarse al argentino. Pero solo por un mecanismo de prevención. Entre los sondeados se halla el lateral derecho del Rayo Vallecano Iván Balliu, aunque la situación financiera del club azulgrana hace intuir que tal opción es casi una quimera, aunque nunca se sabe con las palancas de Laporta.

Una vez más, el Villarreal ha salido con éxito de una complicada llegada del mercado de verano y lo hace conservando una plantilla cinco estrellas que podrá pelear por una de las plazas Champions y mejorar los dos séptimos puestos en Liga de las dos últimas campañas, además de ser un candidato serio a hacer cosas importantes en Conferences y Copa del Rey.