La superioridad de un equipo no solo se demuestra en su presupuesto, el nombre y la calidad de los futbolistas. Si eres mejor, debes demostrarlo en el rectángulo de juego, sea ante el rival que sea, independientemente de la hora del partido, de que se juegue entre semana o de que la competición es la que tiene menos glamour de cuantas organiza la UEFA. Sí, así de cierto. Y en el fútbol de élite, si no te aplicas cualquiera te pinta la cara.
Y precisamente eso estuvo a punto de hacerle el Lech Poznan al Villarreal CF, que estuvo a un paso de sacar un punto en el Ciutat de València y lo que es peor, generó ocasiones para infligirle una dolorosa derrota al Submarino en la primera jornada de la fase de grupos de la UEFA Europa Conference League.
El 4-3 final solo refleja la vulnerabilidad ofrecida por el equipo de Unai Emery, al que un fogonazo de Fancis Coquelin, desde fuera del área, cuando tanto jugadores como aficionados polacos ya saboreaban un punto a domicilio importantísimo, salvó los muebles y evitó lo que hubiera sido un empate (o derrota) sonrojante.
Y lo habría sido porque el Villarreal es infinitamente superior y mejor en todo que su oponente. Tiene uno de los presupuestos más altos de una de las mejores ligas del mundo, un entrenador de talla mundial y un bloque de futbolistas que viene de ganar la Europa League y de alcanzar las semifinales de la Champions.
Pero en el fútbol ya se sabe, si no corres... te corren a gorrazos. Y la intensidad es una máxima que no te puedes dejar en el vestuario, como le ocurrió al Submarino en el Ciutat de València.
Mazazo y dudas
Cierto es que en teoría el Lech Poznan es el rival más complicado del grupo C de esta Conference League, pero también es una realizad que a poco que los amarillos apretaron, dejaron en evidencia al aplicado y respondón conjunto polaco.
Emery dispuso en el campo a la denominada unidad B, con aquellos futbolistas que no suelen ser titulares en LaLiga, pero que se les presupone nivel como para ser competitivos en la tercera competición continental.
La baja de Reina por lesión la cubrió el canterano Jörgensen en la portería; al igual que en la fase previa ante el Hajduk Split, Mandi y Cuenca fue la pareja de centrales; Coquelin y Morlanes los mediocentros; y Álex Baena Samu Chukwueze y Morales estuvieron en la parcela ofensiva. Las novedades fueron el canterano De la Fuente en el lateral diestro, recuerden que es central, el colombiano Mojica en el zurdo y reapareció Manu Trigueros tras estar todo el verano lesionado, quien hizo historia al convertirse en el jugador que más veces ha vestido la camiseta del Submarino en competición oficial (246).
Sobre el papel, un once capaz de superar sin problemas al Lech Poznan, pero el Villarreal le abrió la puesta al optimismo a las primeras de cambio. En el minuto uno, en un mal control dentro del área en salida de balón de De la Fuente, el sueco Ishak aprovechó para quedarse el regalito y asistir a Skoras, que inauguró el marcador: 0-1 en el segundo minuto de juego. ¡Ver para creer!
El mazazo inicial convirtió en un manojo de nervios al propio Dela, al meta Jörgensen y a la dupla central, Mandi y Cuenca, a los que le cuesta mucho coordinarse y a quienes los extremos visitantes les ganaron la espalda constantemente durante todo el choque.
Con un juego lento y demasiado previsible, la primera mitad fue avanzando, con un Submarino timorato y sin llegada.
El dulce despertar
Nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo, ni el propio Emery, hasta que Trigueros se sachó de la chistera una apertura a la izquierda para Mojica, cuyo centro al segundo palo lo remató de volea Chukwueze, dejando boquiabierto al meta rival Bednarek. ¡Golazo! Era el 1-1, que llegaba en el primer disparo a puerta de la primera mitad... en el minuto 32.
El tanto amarillo bajó la autoestima polaca, que en los últimos diez minutos de la primera mitad se desconectó del partido y vio como se marchaba al descanso con 3-1 en contra, gracias a dos buenos goles de Álex Baena a pases de Morales y Chukwueze.
Bajón amarillo y subidón
La cómoda e irreal ventaja con la que arrancaba la segunda mitad invitaba al optimismo y olía a goleada. Pero ni por asomo. Mandi, otra vez Mandi. Nada más reanudarse el juego, el argelino tocó el balón con la mano dentro del área. ¡Penalti! Y el sueco Ishak no perdono, haciendo el 3-2 en el 47.
A patir! Y así fue. De nuevo la zaga amarilla se convirtió en un flan y la medular hacía aguas. Y el propio Ishak hizo el 3-3 en un mano a mano en el 61. ¿En serio? Sí. Vuelta a empezar con solo media hora por jugarse.
Emery quemó las naves sacando a Kiko Femenía, Parejo, Gerard y Yeremy, y el Villarreal resucitó, creó ocasiones y a falta de dos minutos vio como apareció un santo, San Coquelin, para conectar un trallazo desde la frontal que dio la victoria y evitó el ridículo.
Ficha técnica
Villarreal CF: Jörgensen; De la Fuente, Mandi, Cuenca, Mojica; Coquelin, Manu Morlanes; Chukwueze, Trigueros, Álex Baena; y Morales.
Entrenador: Unai Emery.
Cambios: Jackson por Trigueros (min. 46); Kiko Femenía, Parejo y Gerard Moreno por De la Fuente, Morlanes y Morañes (min. 63); y Yeremy Pino por Samu Chukwueze (min. 80).
Lech Poznan: Filip Bednarek; Joel Pereira, Dagerstal, Milic, Pedro Rebocho; Kvekveskiri, Jesper Karlström, Radoslaw Murawski; Joao Amaral, Skoras; y Mikael Ishak.
Entrenador: John Van den Bron.
Cambios: Szymczak por Amaral (min. 70); Tsitaishvili y Velde por Ishak y Skoras (min. 77); y Afonso Sousa por Kvekveskiri (min. 89).
Goles: 0-1. Min. 2: Skoras, tras error de Dela. 1-1. Min. 32: Chukwueze. 2-1.Min. 36: Álex Baena. 3-1. Min. 40: Álex Baena. 3-2. Min. 47: Ishak, de penalti. 3-3. Min. 61: Ishak. 4-3. Min. 88: Coquelin.
Árbitro: Ali Palabiyik (Turquía). Amarillas a Chukwueze, Mandi, Cuenca y Baena (Villarreal).
Estadio: Ciutat de València.
Entrada: 10.385 espectadores.
