La crónica | Llaneza conduce al Villarreal al triunfo desde el cielo (2-1)

José Manuel Llaneza empujó al Villarreal desde el cielo a un triunfo heroico en el último segundo del partido ante el Almería. Un gol de Nico Jackson firmó la victoria más emocionante y deseada de un equipo que jugó con 10 durante más de media hora por la incomprensible e insensible --pero legal-- decisión de De Burgos Bengoetxea. El árbitro expulsó a Baena por doble amarilla, la segunda de ellas, que provocó la ira del jugador, por mostrar una camiseta de homenaje al malogrado vicepresidente 'groguet' al marcar el tanto del empate. Y como si la fuerza del dirigente les hubiera dado alas, el Submarino fue a por el triunfo y arrolló al Almería jugando con uno menos, pero echando mano de orgullo y casta.

El premio llegó en la última acción del partido, en un balón largo que el delantero envió a la red no sin cierto suspense. La explosión de júbilo fue absoluta. La victoria más querida y anhelada, el triunfo que se merecía José Manuel Llaneza. Y los suyos se lo ofrecieron. Desde el cielo, lo celebraría con su pasión habitual. Los tres puntos meten al Villarreal de lleno en la lucha por la Champions, ahora casi a tiro de piedra con los resultados de la jornada y supone un impulso moral para un equipo que necesitaba ese plus psicológico. El fútbol fue justo con el conjunto amarillo, que logró uno de esas gestas que tardan en olvidarse.

El Submarino presentó bastantes caras nuevas en el once inicial ante el Almería. Las lesiones y el descanso a algunos jugadores después del partido del jueves ante el Barcelona obligó a Unai Emery a tirar mano de plantilla. En defensa la variación más importante estaba en los laterales con la titularidad de Mandi y Mojica. En el centro del campo la ausencia de Capoue era demasiado significativa y se resolvió con Chukwueze y Alberto Moreno, con Parejo y Coquelin. En ataque revolución total con Morales y Baena. 

El inicio del Villarreal fue bueno. A los siete minutos ya tuvo la primera gran oportunidad en un remate a bocajarro de Samu Chukwueze, después de un buen centro de Alberto Moreno, pero Pacheco leyó muy rápido la intención del nigeriano.

El cuadro almeriense ya había mandado varios avisos. Pero el más sonoro llegó a la media hora de partido. Rulli ya había tenido que estar muy atento en las salidas minutos antes, pero no pudo hacer nada para desbaratar un tiro cruzado de Melero que durmió en su portería. Minutos de nerviosismo de los de Emery a continuación del gol andaluz para recuperar el control poco después. Y Mojica tuvo el empate, pero su remate abajo fue desviado otra vez por Pacheco. El Villarreal no acaba de estar fino y se llegó al descanso con el 0-1.

El entrenador del Submarino intentó dar un vuelco y ordenó dos cambios de salida dando entrada a Kiko Femenía y Jackson. El Villarreal salió embravecido a por el Almería desde el minuto 1 de la segunda parte. Presión e intensidad máxima. El conjunto rojiblanco estaba superado pero una contra bien llevada por El Bilal en un balón largo pudo ser letal, pero el balón se marchó alto. 

El acoso de los amarillos era absoluto. Un saque de esquina botado con el guante de Parejo, fue rematado por Baena a la red, ganando por arriba al portero y a toda la zaga andaluza. El gol fue dedicado enseñado la camiseta a la memoria de Llaneza. El árbitro se erigió en protagonistas y dejó al Villarreal con 10 por la expulsión de Baena.

Los de Emery se multiplicaron y apelaron al orgullo para buscar la victoria en inferioridad y el fervor de una grada que empujó como nunca a su equipo. Y el premio llegó al final. Ni el mejor guión para el homenaje ideal hubiera imaginado un triunfo en el último segundo, con suspense, y después de media hora en inferioridad. Llaneza lo merecía. Endavant!. 

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