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VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal se hunde en San Mamés en una pésima segunda parte (1-0)

El Submarino se descompone como equipo y pudo recibir un mayor castigo del Athletic Club

El Villarreal perdió en San Mamés ante un Athletic que fue mejor en la segunda mitad. Javier Zorrilla

Doctor Jekyll y Mr Hyde. Dos caras diametralmente distintas de un Villarreal CF que fue capaz de someter al Athletic en los primeros 35 minutos y que acabó al borde del abismo en el segundo tiempo, totalmente superado por un rival que tuvo la ocasión de golear a un Submarino desconocido y superado, roto en dos partes y que dejó los peores 45 minutos de los últimos tiempos. Setién tiene mucho trabajo por delante para equilibrar adecuadamente su juego ofensivo con el de contención. El 1-0 final puede considerarse honroso después del ciclón que se le vino encima a un equipo totalmente desorientado.

Y eso que el inicio del partido fue brillante con el Submarino saltando al campo con cola en las botas de sus jugadores y el balón siempre en su poder. Ritmo muy alto de juego y sometiendo al Athletic al ‘efecto péndulo’. La pelota iba de un lado a otro en un rondo gigante en el terreno de juego de San Mamés, con los ‘leones’ sometidos al ver cómo el Submarino les llevaba de un lado a otro, pero siempre mirando el balón desde lejos. El nuevo técnico repitió la idea de su estreno en la Conference del jueves ante el Hapoel. Un claro 4-3-3, en el que destacaba la baja de Albiol y la ubicación de Dani Parejo como mediocentro más atrasado, con Coquelin y Lo Celso. En ataque, Chukwueze, Danjuma y la novedad de Morales.

Lesión de Lo Celso

Con el Athletic encerrado en su área, achicando balones como podía, el Villarreal generaba peligro, pero, como en otras ocasiones, no acaba de encontrar el remate fácil, posiblemente por cocinar demasiado sus situaciones de peligro en el área rival. Mucha velocidad y acciones verticales que hicieron que el cronómetro corriera muy rápido porque el fútbol era alegre y sin corsés.

La lesión de Lo Celso, mediada la primera parte, fue resuelta con la salida de Trigueros, quien ha recuperado el nivel de juego y de trabajo para el equipo que le distingue. 

Setién ha mantenido la idea de canalizar el juego desde la posición de Rulli, cuya labor se podía comparar a la del portero jugador de fútbol sala, pero asumiendo más riesgos que su antecesor. Ahora el Villarreal juega a que pasen cosas en el partido, pero también asumiendo más peligro. La primera parte concluyó sin goles, pero con mucho fútbol.

Gol tras desajuste defensivo

El Athletic, contagiado por la atmósfera mágica que se respira en San Mamés, se quitó parte del asfixiante dominio a que le sometió el Villarreal y volvió liberado. El partido seguía abierto. Danjuma puso en apuros a Unai Simón y Williams a Rulli en la jugada siguiente. El equipo de Valverde ya no corría desesperado detrás del balón y la defensa amarilla comenzaba a mostrar algún síntoma de nerviosismo. Un par de pérdidas de balón de Pau encendía las alarmas.

El Athletic presionaba muy arriba y provocaba el error. Y cayó el 1-0 en una acción trepidante de Iñaki Williams, sacando partido de un desajuste de la defensa grogueta, menos arropada que en la etapa de Emery.

Bajón físico amarillo

El bajón físico del Villarreal fue terrible y su descomposición táctica pareja. Setién movió el banquillo y dio entrada a jugadores de ataque como Yeremy y Jackson. Era un cambio de cromo por cromo en el juego ofensivo, donde se mantenía Danjuma, el jugador más peligroso en Bilbao.

Pero el Villarreal se partió en dos y el Athletic lo tuvo muy fácil para alcanzar el área de un asediado Rulli. Con la pérdida del control del juego por parte de los de Setién, el encuentro se convirtió en un correcalles en el que los rojiblancos salieron ganando, aprovechado los errores en la salida de balón de la defensa grogueta, con un Pau errático y descolocado. Por fortuna, el Athletic tenía la puntería desviada. 

El técnico amarillo ordenó una corrección táctica en el tramo final pasando a una defensa con tres centrales e hizo debutar a Del Moral en el centro del campo, pero no hubo atisbo alguno de que se pudiera levantar el partido, ante un rival que se comió a los amarillos en una segunda parte nefasta del Villarreal. 

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