VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal da un meneo al Rayo pero le regala tres puntos de oro (0-1)

El Submarino tiene hasta 10 ocasiones de gol y cae víctima de un único error que le cuesta 3 puntos

Gerard Moreno tuvo en el descuento el empate para el Villarreal y terminó hundido.

Gerard Moreno tuvo en el descuento el empate para el Villarreal y terminó hundido. / MANOLO NEBOT ROCHERA

De 100 partidos como el que jugó el Villarreal ante el Rayo Vallecano seguramente sólo perdería uno y ha sido este lunes noche y fue por la mínima (0-1). Los del Vallecas se llevaron los tres puntos de la Cerámica sin casi tirar a puerta. Pudieron salir goleados y se llevaron la victoria. El Submarino tuvo ocasiones de todos los colores, sobre todo en la primera parte y acabó víctima de una acción desafortunada por una indecisión de Jorgensen, en una jugada en la que pagó su inexperiencia. Casi sin quererlo, los vallecanos regresaron a Madrid con tres puntos. El tópico del fútbol, de quién perdona lo paga, volvió a cumplirse en una gélida noche en Vila-real que dejó a la afición amarilla congelada con una derrota tan inmerecida como inesperada. Otro tópico: fútbol es fútbol. 

El Villarreal sigue convirtiendo en estrellas a los porteros rivales. Suele suceder cada semana y volvió a pasar ante el Rayo. Es difícil explicar como logró marcharse al descanso con la portería a cero cuando vivió encerrado en su área. El asedio fue constante. Desde las bandas, con juego interior, intentando el fútbol de envío largo, a balón parado, acciones individuales, tiros desde lejos, remates a bocajarro...

Yeremy sufre el agarrón de un rival.

Yeremy sufre el agarrón de un rival. / MANOLO NEBOT ROCHERA

 A día de hoy, el Villarreal sufre menos en defensa, ni una llegada con peligro a su área en la primera parte, y generando infinidad de ocasiones en ataque. Su juego es alegre y vistoso, pero a la vez seguro y sobrio. En el aspecto individual, la mejoría de sus futbolistas ha sido, en líneas generales, notoria. Futbolistas como Yeremy, Chukwueze, Baena, Parejo o el mismo Capoue, con más libertad para llegar a la zona de peligro del rival, han crecido notablemente. 

Novedades en el once

Las novedades en el once estuvieron en la portería con Jörgensen y en la defensa, zona en la que Jorge Cuenca, con mascarilla incluida, dejó en el banquillo a Pau.

Lo único que no funcionó fue el remate. Y ocasiones hubo, y claras. La primera en el minuto 3, cuando Yeremy conectó un tiro que lamió el poste. Gerard, otra vez el canario, Baena, Capoue, Chukwueze... las crearon de todas las formas y colores. Cuando no era Dimitrievski, era un defensa o el poste. El Rayo también se empleó al límite, con un exceso de faltas. Al Villarreal sólo se le podía pedir fortuna y acierto, porque jugando al fútbol su nivel, como ante el Girona, fue muy alto. Pero el Rayo se marchó al descanso con sus opciones de sacar tajada intactas con el 0-0.

Los jugadores del Villarreal, hundidos tras encajar el gol.

Los jugadores del Villarreal, hundidos tras encajar el gol. / MANOLO NEBOT ROCHERA

El error, el gol y los fallos ante el marco rival

El termómetro de mercurio bajaba en la Cerámica, que a pesar del frío y el horario intempestivo, volvió a registrar una buena entrada. En el campo, el Villarreal combatía la baja temperatura, echando leña a su maquinaría con velocidad y mirando siempre de frente a su oponente. Pero el paso de los minutos fue provocando que las prisas provocaran las imprecisiones en los metros finales. A la vez que el Rayo comenzó a parar el juego e intentar que los minutos pasaran más rápido echando mano de cualquier recurso para ello. Y aprovechó su única medio ocasión, y un error en la salida de Jorgensen, para acentuar su buena suerte. Un balón largo para Camello acabó con el 0-1 con el meta amarillo descolocado. El conjunto vallecano iba por delante en el marcador en su única llegada. 

El Villarreal siguió dominando y llegando, pero ya más con corazón que cabeza y cayendo en la precipitación. Gerard tuvo en el descuento el empate... Una derrota muy cruel porque el Submarino fue infinitamente superior.

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