VILLARREAL CF

La crónica: Conference League | El 'método Setién' queda tocado de muerte en el Villarreal (0-1)

El Submarino, negado de cara al gol pero mostrando una idea errática de juego, toca fondo en Europa tras ser eliminado por el Anderlecht

El gesto y el rostro de José Luis Morales lo dice todo tras la eliminación del Villarreal ante el Anderlecht.

El gesto y el rostro de José Luis Morales lo dice todo tras la eliminación del Villarreal ante el Anderlecht. / Gabriel Utiel

El Villarreal CF se marcha de Europa por la puerta de atrás. Una eliminación cruel e injusta porque se fallaron ocasiones de gol realmente increíbles, balones al palo, sacados de la línea de meta in extremis, con el portero belga como héroe de la noche y con el tanto del Anderlecht (0-1) en posición más que dudosa. Todo estrictamente cierto como también lo es que el método Setién volvió a quedar en evidencia. Su equipo dejó imagen de desorden, nerviosismo y la sensación generalizada de que los futbolistas no se sienten cómodos y no creen en la idea de su entrenador. Y eso es lo más delicado que deja la dolorosa eliminación europea ante un segunda línea del fútbol europeo, que camina con más pena que gloria en una liga también de segunda fila como la belga.

Hace un año este Villarreal competía y le sacaba los colores a clubs de la realeza como el Bayern y la Juventus. Este jueves mordía el polvo ante el Anderlecht. Es la triste realidad.

Sin suerte de cara al gol

La iluminación del estadio de la Cerámica es una de las más potentes de la liga española, pero pese a su gran capacidad lumínica, el área del Anderlecht parecía inmersa en una oscura tiniebla cuando los jugadores del Villarreal se acercaban a ella. Imprecisiones en los metros finales, puntería totalmente desajustada, intervenciones del portero belga y hasta la madera desarmaban a un equipo que salió con la intención de dar el jaque mate a la eliminatoria por la vía rápida. La salida del Submarino fue en tromba.

La velocidad, que es una de las virtudes principales que se le atribuyen a un equipo de fútbol, pasó a convertido en excesivas revoluciones y éstas en errores constantes. A Villarreal le sobró una marcha en su juego.

Reina y Álex Baena intentan frenar a Benito Raman en el Villarreal-Anderlecht.

Reina y Álex Baena intentan frenar a Benito Raman en el Villarreal-Anderlecht. / DPA vía Europa Press

Y eso que Setién dejó claro con la composición del once que no quería pecar de exceso de confianza ante los belgas y alineó un equipo con muy pocas variaciones del que podría considerarse titular. Cambió la pareja de centrales, Yeremy y poco más. En la primera parte se pudieron contabilizar hasta siete oportunidades de gol, pero ni Morales, ni Baena, ni Chukwueze ni Gerard atinaron el tiro. El Villarreal disparaba con escopetas de feria.

Demasiados errores

La excesiva aceleración en el juego desencadenó en errores. No sólo en ataque, también en defensa. Y durante un cuarto de hora, el Anderlecht jugó a la ruleta rusa con el Villarreal. Con la bala rodando por el cargador y con la sensación de que podía dispararse a un lado u otro. Cierto es que siempre más cerca de la cabeza belga que de la grogueta, pero también con la incertidumbre que deja la anarquía táctica que desprende el Submarino de Setién. Al descanso se llegó con el 0-0 pero con sabor a que podía pasar de todo.

La segunda parte empezó con un susto de muerte. Pepe Reina era un flan y se quedaba enganchado en su salida dejando a un jugador belga con la puerta vacía… por suerte el el balón se marchó al cielo. En el intercambio de golpes, Gerard Moreno tuvo otra clara oportunidad, pero esta vez fue el portero quien evitó el 1-0.

El mazazo visitante

El partido no estaba controlado. Todo lo contrario más abierto que nunca. El Villarreal jugaba con más corazón que cabeza. Baena era el espejo de la precipitación que transpiraba el equipo y que desencadenaba en errores tanto en un área como en la otra. Cada acción era una vuelta al cargador pero la bala no salía. Al final, de tanto bordear el peligro, el tiro dejó casi muerto al Villarreal. Una acción al límite del fuera de juego. Suspense de dos minutos del VAR y el gol de Slimani subía al marcador en el 75.

Setién tampoco reaccionaba y solo hizo tres cambios. Su equipo seguía taquicárdico. Sin orden, con mucho corazón, pero ofuscado por una idea de juego en la que no cree. Y se nota. El milagro de la prórroga pudo llegar en el último minuto del descuento, pero el Submarino jugaba con una venda en los ojos, a oscuras… y el telón bajó dejando fuera al Villarreal de Europa. La Cerámica volvió a entonar su grito de guerra: "Setien, vete ya, Setién vete ya". Una noche para olvidar.

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