VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal se ahoga en la piscina de Vallecas y tira la Champions (2-1)

El equipo de Quique Setién desconecta en la segunda mitad y es superado por un Rayo que le priva de seguir soñando en la Liga de Campeones

Dani Parejo, durante el Rayo Vallecano-Villarreal de este domingo.

Dani Parejo, durante el Rayo Vallecano-Villarreal de este domingo. / SERGIO PEREZ

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Colorín colorado, el sueño de la Champions League se ha acabado. El Villarreal CF disputará la Europa League la próxima temporada 2023/24. No es un mal premio, para nada, pero cierto es que el Submarino ha dejado escapar este domingo una gran oportunidad de seguir aspirando a la Liga de Campeones.

Pasó lo que el interesaba al conjunto amarillo, es decir, que la Real Sociedad no ganara al Atlético de Madrid, y perdió por 2-1 en el Metropolitano, pero el combinado de Quique Setién, al contrario que en las jornadas precedentes, no cumplió su parte del trato en Vallecas, no hizo lo que estaba en su mano, cayendo ante el Rayo Vallecano (2-1) tras una muy floja segunda mitad.

Ya lo había advertido el técnico cántabro en la previa: «Nosotros solo debemos centrarnos en aquello que podemos controlar, que es ganar al Rayo y esperar». Pero no eso sucedió y la derrota en tierras madrileñas tira por la borda el sacrificio del último mes y medio, así como las ilusiones de toda la masa social grogueta, quedándose sin la emoción de una última jornada de infarto en la que ya no habrá nada en juego.

Y eso que Quique Setién refrescó al equipo e introdujo hasta cinco cambios con respecto a la alineación que puso ante el Cádiz el pasado miércoles. Juan Foyth y Alfonso Pedraza en los laterales, Ramón Terrats y Álex Baena en la medular y Chukwueze en un extremo suplieron a Kiko Femenía, Alberto Moreno, Manu Trigueros, Lo Celso y Gerard Moreno. Sorprendió, eso sí, la suplencia de estos dos últimos, al tratarse de dos de los jugadores franquicia.

Juan Foyth, durante el Rayo-Villarreal de este domingo en Vallecas.

Juan Foyth, durante el Rayo-Villarreal de este domingo en Vallecas. / SERGIO PEREZ

Inicio encharcado

El encuentro comenzó bajo una intensa lluvia que enfrió los ánimos de ambos equipos tras el pitido inicial y que provocó que tanto Rayo como Villarreal se mostraran apagados en su juego, sobre todo con poca imaginación en la faceta ofensiva. Tampoco ayudaron los numerosos charcos que empezaron a aparecer sobre el césped y que ralentizaron la circulación del balón.

Eso sí, el primero en dar señales de vida de sus intenciones fue el Submarino por medio de Alfonso Pedraza que, a los 34 minutos, se inventó un disparo de primeras con la zurda que se marchó cerca del poste derecho de la portería defendida por Stole Dimitrievski.

Una ocasión que, eso sí, fue un espejismo de lo que seguiría siendo el partido en la primera parte, en la que ninguno de los dos equipos logró imponer su juego y se sucedieron las imprecisiones.

Los locales también se asomaron al arco de Reina. Su mejor ocasión fue justo antes del descanso con un saque de esquina de Isi Palazón que se fue cerrando al segundo palo, en el que Abdul Mumin remató al lateral de la red.

Santi Comesaña, del Rayo Vallecano, y Pau Torres, del Villarreal, en el partido de Vallecas.

Santi Comesaña, del Rayo Vallecano, y Ramón Terrats, del Villarreal, en el partido de Vallecas. / Rayo Vallecano

Siesta amarilla tras el descanso

La entrada en vestuarios le vino bien al conjunto vallecano, que salió del vestuario con una marcha más que un Submarino que volvió a recordar al de anteriores desastres (Elche, los dos partidos ante el Mallorca, Valladolid en casa...), algo que se tradujo en varios acercamientos a la portería amarilla en los primeros minutos, el más peligroso un disparo desde la frontal de Isi Palazón que se marchó cerca de la escuadra derecha de la meta del conjunto de la Plana Baixa.

Esa insistencia del Rayo tuvo premio a los 56 minutos, cuando Pep Chavarría colgó un centro medido desde la izquierda que Raúl de Tomás recogió solo, sin oposición, con un cabezazo en el corazón del área para anotar el 1-0.

El inesperado tanto, aunque se veía venir, sembró las dudas en el Villarreal, que no salió de su aturdimiento hasta bastante minutos después, cuando ya había lamentado el segundo tanto de los vallecanos. Curioso que el instigador de la acción fue un futuro jugador del Submarino, Santi Comesaña, quien tras una buena acción individual por la banda derecha, que se marchó con un quiebro de calidad de sus dos marcadores, asistió a a Isi Palazón, que remató cruzado a gol para establecer el 2-0.

Isi Palazón (Rayo Vallecano) y Yeremy Pino (Villarreal), en el partido de Vallecas.

Isi Palazón (Rayo Vallecano) y Yeremy Pino (Villarreal), en el partido de Vallecas. / Rayo Vallecano

La Real Sociedad perdía... pero la debacle en Vallecas ponía las cosas muy complicada a falta de media hora de juego. Y haciendo alarde de gallardía, el equipo de Setién se recompuso de los dos golpes y, tras la salida de Gerard Moreno y Giovani Lo Celso, mejoró en ataque, sobre todo volviéndose más vertical, algo que le valió para empezar a inquietar al Rayo.

Gol insuficiente

Sin perder la fe, a falta de ocho minutos para el final, los amarillos recortaron distancias. Lo hizo tras una buena jugada iniciada por Jackson que continuó Pedraza con un centro desde la izquierda que remató a gol de cabeza Lo Celso, anticipándose a Óscar Valentín (2-1).

En los minutos finales, el Submarino intentó por todos los medios conseguir otros dos goles para seguir con el sueño europeo vivo en la última jornada, pero el Rayo Vallecano supo defender bien el resultado y anuló todas las opciones de combinado groguet.

El sueño de la Champions se desvanece en un Villarreal que se ahogó en la piscina de Vallecas en un inicio de segunda parte para olvidar y que deja a los amarillos con la miel en los labios. El año que viene, a la Europa League.

La ficha del partido

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