El Villarreal CF comienza a parecerse a lo que quiere Pacheta. Con personalidad, intensidad y buen fútbol, salvo una pequeña caraja inicial, el conjunto amarillo ha sumado este domingo un buen punto en la siempre complicada caldera de Vallecas (1-1) ante un Rayo Vallecano que siempre ofrece algo más que fútbol, condiciona a los árbitros en su estadio y no supo cómo generarle peligro a un Submarino que incluso jugó los últimos 13 minutos más el descuento con diez futbolistas. Un punto de inflexión que deja muy buenas razones para creer en el proyecto del técnico burgalés.
La supuesta 'unidad A' regresó este domingo al equipo titular. Ante la imagen, muy pobre, ofrecida ante el Panathinaikos en la Europa League, Pacheta introdujo hasta nueve modificaciones y mantuvo solo a Mandi y Comesaña en el once.
Albiol volvía a liderar la defensa, Parejo a comandar la medular y el cuarteto ofensivo Baena, Yeremy, Gerard Moreno y Sorloth se disponía a asaltar Vallecas.
Inicio trepidante
Pero, contrario a lo esperado, el inicio del encuentro del Submarino fue incluso peor que el de Atenas. Se esperaba un Villareal intenso y mordedor en la presión, pero ese fue el Rayo.
Los locales sometieron a una presión alta al conjunto de Pacheta, al que pilló frío y desprevenido, teniendo que intervenir por dos veces Filip Jörgensen en los diez primeros minutos para evitar el descalabro inicial.
Con el susto en el cuerpo, los de la Plana Baixa se quitaron de un plumazo la presión local gracias a una contra liderada por Alberto Moreno, que aprovechó Álex Baena para llegar por la izquierda al área y ponerle el balón a Sorloth y establecer el 0-1.
Era el cuarto de hora de partido y el Villarreal se las prometía muy felices, pero, acto seguido nada más sacar de centro, un error de cálculo de Albiol fue aprovechado por Kike Pérez para batir a placer a Jörgensen y hacer el 1-1.
Paso adelante
El subidón de emociones convirtió el partido en un correcalles que, en Vallecas, nunca suele favorecer al equipo visitante. Por ello, el Villarreal decidió dar un paso al frente. Pacheta ordenó hacer presión alta sobre la salida del balón del Rayo, lo que hizo que los madrileños perdieran el balón muy rápido.
A su vez, Dani Parejo se adueñó de la medular, haciendo funcionar al Submarino, que antes del descanso gozó de dos grandes ocasiones, un tiro al palo de Gerard y un buen disparo de Alberto.
A base de oficio
El segundo acto prometía emociones fuertes, y las hubo. El Villarreal no le perdió la cara al partido, Comesaña, Yeremy y Álex Baena trabajaron a destajo para acompañar a Parejo, a quien Albiol ayudó ejerciendo de Kaiser rompiendo líneas en salida de balón. Los amarillos mandaban y Trigueros, que entró por un fatigado Gerard, tuvo un mano a mano que sacó Dimitrevski, al igual que Yeremy, al que el normacedonio le sacó otro al final.
Los locales solo asustaron con su habitual juego de presión al árbitro, que expulsó por doble amarilla a Alberto Moreno, aunque solo inquietaron el marco groguet con un tiro fuera de Trejo.
Incluso al final, con Morales y el chaval Carlos Romero en el lateral, la tuvo Sorloth con un remate de cabeza solo que le quedó corto.
El Villarreal cambió radicalmente la imagen en Vallecas, logrando un buen punto ante el Rayo en un partido en el que empezó a notarse la mano de Pacheta.
