El análisis del 'show' arbitral en el Osasuna-Villarreal

El Villarreal CF empató en El Sadar gracias a su encomiable reacción en el segundo tiempo, después de haber sobrevivido a la desquiciante actuación arbitral, protagonizada por Munuera Montero a pie de campo y por Del Cerro Grande en el VAR. Un auténtico jeroglífico.

Todo empezó bastante antes, incluso, del penalti del 2-0. Aún con 0-0, Thierno Barry fue derribado por Sergio Herrera. El árbitro andaluz les explicó a los jugadores del Submarino que no había pitado nada porque entendía que no había existido contacto suficiente entre el portero de Osasuna y el delantero franco-guineano. No obstante, un rato después, necesitó ¡hasta cuatro tomas! para señalar el punto fatídico en el forcejeo entre Raúl Albiol y Ante Budimir.

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El audio

La RFEF, como cada vez que el responsable del VAR cita a su colega a pie de campo para que vaya a analizar una acción en el monitor, publicó la conversación entre ambos. Del Cerro Grande le trasladó «un potencial penalti» y le explicó que el central del Villarreal, «en una disputa, golpea con su muslo en la pierna de Budimir, que estaba en posesión del balón».

«Lo valoras y tú decidas», le pasó la patata caliente a Munuera Montero, quien resolvió que el delantero croata «tiene el control del balón, está por delante, y llega Albiol por detrás y lo derriba». Una acción similar a la de Logan Costa con Mamadou Sylla frente al Valladolid, que también costó un gol. 

Viendo la levedad del contacto, es una jugada en la que los árbitros, al menos en teoría, tienen la instrucción de no meterse. Más cuando el bigoleador de Osasuna exagera su caída. Y, claro, cuando el VAR reclama al juez del partido, éste ya está vendido. ¿El resultado? El 17º penalti con el que el sistema de videoarbitraje sanciona al Submarino, el equipo de Primera División más perjudicado en estos lances, igualado con el Alavés.

El otro

En cuanto a la revisión del no penalti de Dani Parejo, el colegiado jienense, reclamado por su colega en la sala, decidió que «el primer golpeo es claramente en la espalda y luego puede rozar en el brazo [del madrileño], pero es segunda acción». «Cancelamos y damos el balón a tierra», determinó.