VILLARREAL CF

El Villarreal naufraga ante el Pontevedra en otra Copa del Rey que se le atraganta (1-0)

Los amarillos son superados de principio a fin por el Pontevedra, que milita tres categorías por debajo

El gol de Dalisson, en el minuto 86, ajusticia a un equipo que desertó en Pasarón

Los jugadores del Pontevedra celebran la machada.

Los jugadores del Pontevedra celebran la machada. / EFE

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

Vila-real

No, no es la Copa del Rey, definitivamente, la competición del Villarreal. En una temporada sin Europa, el torneo del KO cobraba una nueva dimensión para los amarillos, pero ni por esas. No solo fue la derrota contra un Pontevedra que milita tres categorías por debajo, sino las formas. El gol de Dalisson, en el 86, ajustició al Submarino, que naufragó sin remisión en Pasarón y al que no le sirve el pretexto de las numerosas bajas.

Marcelino García salió con tres jugadores del filial (Pau Navarro, Pau Cabanes y el debutante Alassane Diatta), con uno de margen para no incurrir en alineación indebida. Con todo, de los intocables, Logan Costa, Dani Parejo y Thierno Barry estaban en ese once.

En estos partidos, donde la diferencia entre ambos es abismal (sobre el papel), la clave, aunque sea de perogrullo, es marcar pronto. Es la mejor manera de apagar la fogosidad con la que se acortan las distancias entre, por ejemplo, un equipo de la parte alta de LaLiga EA Sports con otro que lidera su grupo en Segunda Federación.

Barry intentando aguantar el esférico.

Barry intentando aguantar el esférico. / EFE

No obstante, el encuentro fue justo al revés de lo que cualquiera hubiera imaginado. Con un Pontevedra que prácticamente triplicó el manejo del balón respecto a los groguets, los locales tuvieron dos clarísimas opciones en los primeros 10 minutos. En la primera, Logan Costa se interpuso de forma providencial al remate a quemarropa de Xabi Domínguez. Y en la segunda, Luiz Júnior lució reflejos frente al extremo derecho y, luego, Chiqui no supo aprovechar el rechace del portero brasileño.

No era un asedio mayúsculo, porque el Pontevedra tiraba de paciencia, volcando su ataque por el costado defendido por Pau Navarro, pero daba la sensación de que el césped estaba inclinado en una dirección. Escasas noticias en ataque del Villarreal, con un tibio remate de Barry atrapado por Manu Vizoso sin mayores esfuerzos como acción más reseñable antes del intermedio. Quedaba claro que no estaba nada cómodo, sobrepasado por el mayor ímpetu de un rival que, además, también tenía fútbol.

Y así se le escurrió al Submarino el primer tiempo, de lo más flojo que se le recuerda en los últimos meses, independientemente de la entidad del adversario que tenía enfrente. Las estadísticas lo reflejaban con rotundidad: 72%-28% de posesión, 6-0 en saques de esquina, 4-1 en tiros a portería...

La inercia del encuentro, lejos de invertirse, continuó sin grandes variaciones. Todo igual que antes del paso por el vestuario. Se sucedían las llegadas del Pontevedra, aunque de ahí a calificarlas como ocasiones, mediaba un abismo. De hecho, fue Barry, en los minutos 52 y 59, quien más se acercó al gol, al rematar los dos primeros córneres favorables a los amarillos.

No se amilanaron los gallegos, que ni en la más optimista de sus aspiraciones habría pensado llegar a la hora de encuentro con las espadas en todo lo alto. Respondió Yelko Pino, al culminar de cuchara una combinación cinco estrellas con Héctor Hernández.

Los jugadores del Pontevedra celebran el tanto de Dalisson.

Los jugadores del Pontevedra celebran el tanto de Dalisson. / VILLARREAL CF

Ni con los titulares

Marcelino reaccionó recurriendo a cada vez más integrantes de la unidad A. Sergi Cardona en la reanudación, Pepe Gueye poco después, Santi Comesaña y hasta adelantando el regreso de Ayoze Pérez. El Submarino solo aparecía en el área local a pelota parada, con otra acción de Thierno, esta vez impactando al balón de manera poco ortodoxa y deficiente. Luego, Logan Costa taponó el cabezazo de Gueye, en una falta lateral.

Esa sucesión de balones colgados al área granate, al menos, sí significaron un cambio de decoración, aunque el Pontevedra también recurrió a titulares: uno de ellos, Rufo, rondó el 1-0. También Álex González, en una acción que aunó potencia y velocidad.

Marcelino tenía cada vez más quebradero de cabeza, cuando Samu Mayo derribó a Ayoze a su lado. Nada que ver cuando Dalisson, en el 86, marcó desde fuera del área. Zurdazo directo al mentón del Villarreal, que tampoco tuvo capacidad de reacción a pesar de la postrera acción de Barry en el 95’. 

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents