La crónica | El Villarreal se aferra a la Champions a ritmo de 'La Morocha' (1-0)

La mejoría en la segunda mitad brinda a los de Marcelino un triunfo gracias al gol de Yeremy Pino

El meta Joan García, el mejor del Espanyol, evita una goleada y mantiene vivo a su equipo hasta el final

El colegiado y el VAR vuelven a ser protagonistas, con dos goles anulados a Barry y Ayoze y la rectificación de un penalti

Resumen del importante triunfo del Villarreal ante el Espanyol

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Vila-real

Pitaba Munuera Montero el final del partido y se desataba la algarabía. La tensión se convertía en júbilo, la adrenalina se desbordaba y comenzó a sonar por la megafonía la canción amuleto de la plantilla del Villarreal CF: La Morocha. Con los jugadores hondeando sus camisetas mirando a la grada se desbordaba la locura a ritmo de la famosa y popular canción del argentino Luck Ra.

Fue el reflejo del sufrimiento convertido en satisfacción, de la recompensa al trabajo bien hecho y de, por fin, poder ganar un partido en el Estadio de la Cerámica.

Y a ritmo de La Morocha, el Submarino se impuso por la mínima al Espanyol gracias al gol de Yeremy Pino (1-0), en un partido en el que pudo golear pero en el que el meta perico Joan García, el colegiado y el VAR (que anularon dos goles y un penalti) se empeñaron en hacer sufrir a un Villarreal que aprovechó su bola extra para aferrarse a la Champions.

Era ese as en la manga con el que en el seno del conjunto amarillo se confiaba para recuperar la quinta plaza y, además, el partido que debía servir de punto de inflexión en cuanto a la irregular dinámica en casa en el presente ejercicio.

Muy ofensivo

Consciente de ello, Marcelino puso en escena al once más ofensivo posible teniendo en cuenta las importantes bajas en ataque de Álex Baena, Gerard Moreno e Ilias Akhomach, además de Albiol y el sancionado Eric Bailly.

El técnico asturiano dio entrada al ofensivo Sergi Cardona en el lateral izquierdo y apostó por dos extremos puros en la medular, con Yeremy Pino por la izquierda y Nicolas Pepe por la derecha, ambos a pie cambiado, dejando en el banquillo a Denis Suárez.

Con ellos y, de nuevo, con la dupla del gol, con Ayoze de regreso al once junto a su socio Barry.

Un bloque competitivo que debía someter a un Espanyol más relajado y acomodado en la tabla que cuando se aplazó el partido el pasado 3 de marzo. Un conjunto de Manolo González que tenía muy clara la consigna: esperar, morder y atacar a la contra.

El guión en el primer acto le salió mejor a los periquitos. El Villarreal volvió a mostrarse espeso, como ya sucediera ante la Real Sociedad y el Celta. Pese a su dominio en el juego y mayor posesión, le faltó profundidad a un Submarino que apenas generó ocasiones de peligro en dicho periodo.

VILLARREAL, 27/04/2025.- El delantero del Villarreal Tajon Buchanan (i) y el defensa del Espanyol Carlos Romero durante el partido de Liga que disputan el Villarreal y el Espanyol, este domingo en el estadio La Cerámica de Villarreal. EFE/ Manuel Bruque

El delantero del Villarreal Nicolas Pepe (c) y el defensa del Espanyol Carlos Romero durante el partido de Liga que disputan el Villarreal y el Espanyol, este domingo en el estadio La Cerámica de Villarreal. / Manuel Bruque / EFE

De nuevo el VAR

Una primera mitad en la que los groguets solo se asomaron tres veces al marco rival, con un remate de Ayoze cuyo disparo salió alto y dos acciones en las que, por enésima vez en la temporada, el VAR se encargó de desbaratar.

Llegado el cuarto de hora de juego, un balón al área que estaba a punto de cabecear Juan Foyth terminó en un despeje de puños del meta visitante Joan García que, de paso, se llevó por delante la cabeza del central argentino. El colegiado, Munuera Montero, señaló penalti, pero Del Cerro Grande, un ‘clásico’ del arbitraje y responsable del VAR le dijo que «nanai» y, tras revisarlo, el trencilla principal anuló la pena máxima.

Situación similar pasada la media hora, en la que, tras un trallazo de Comesaña y rechace de Joan García, Thierno Barry anotaba el supuesto 1-0. Pero, en La Cerámica siempre pasa algo raro. Esta vez fue, según las imágenes del VAR, un hombro del francés adelantado por centímetros, diciéndole Del Cerro a Munuera: «Anúlalo». Pues eso, 0-0 y todos a la caseta, porque hasta el descanso no pasó absolutamente nada más.

El centrocampista del Villarreal Yeremy Pino celebra su gol ante el Espanyol durante el partido de Liga que disputan este domingo en el estadio La Cerámica de Villarreal. EFE/ Manuel Bruque. (Villarreal) (Espanyol)

El centrocampista del Villarreal Yeremy Pino celebra su gol ante el Espanyol durante el partido de Liga que disputan este domingo en el estadio La Cerámica de Villarreal. EFE/ Manuel Bruque. (Villarreal) (Espanyol) / Gabriel Utiel

Mejoría y recompensa

El Submarino sabía que tenía que pisar el acelerador y mejorar en la segunda mitad. Marcelino no realizó cambio alguno, pero la actitud desde la reanudación fue otra. Eso sí, el primero en asustar fue el Espanyol por medio del groguet Carlos Romero, que ejecutó un libre directo que salió fuera por poco.

Pero a partir del minuto 52 el Villarreal ofreció su mejor cara. Parejo, Ayoze y Nicolas Pepe se inventaron una jugada asociativa en la que, tras pase horizontal del marfileño, Yeremy Pino realizaba literalmente un pase a la red que se convertía en el 1-0. En La Cerámica nadie celebraba el gol esperando la intervención del VAR. Pero, no. El gol subió al marcador y el júbilo con una ovación irónica se desató en el coliseo amarillo.

Joan García, un muro

El tanto espoleó a un Submarino que embotelló al Espanyol. Ayoze y Comesaña pusieron a prueba con dos latigazos a un Joan García casi infranqueable, el mejor periquito. Incluso el canario marcó el 2-0, anulado por Munuera Montero por una caricia, sí, caricia, porque falta no fue, de Barry a Kumbulla en la acción previa.

Villarreal-Espanyol.

Villarreal-Espanyol. / Gabriel Utiel

El duelo entraba en la recta final y apareció el nerviosismo habitual de aquel que perdona y no sentencia el partido. Y el Espanyol asustó con dos claras llegadas de Puado, una con paradón de Luiz Júnior.

El final fue no apto para cardiacos. Buchanan falló un gol casi sin portero y Ayoze un mano a mano que le sacó ‘San Joan García’. El meta rival mantuvo en vilo a todo un estadio y a un Villarreal que, por fin, celebró un triunfo de infarto en casa... a ritmo de La Morocha

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents