El Villarreal, ante el lastre de 25 decisiones arbitrales

Arbitrar al Villarreal CF parece demasiado fácil. En caso de duda... (casi) siempre a favor del rival o en contra del Submarino. Fuera del territorio valenciano, el club de la Plana Baixa es un equipo con menos peso que otros históricos, pertenece a una localidad pequeña que no es capital autonómica y, por extensión, no tiene ni el poder, ni el peso ni la presión mediática de urbes importantes en España como Madrid, Barcelona, Bilbao, València, Sevilla, Zaragoza, Las Plalmas, Palma de Mallorca, Vitoria, San Sebastián e incluso Vigo.

Esa es la sensación que se vive en todo el entorno groguet. En los futbolistas, en los técnicos, en los dirigentes y en los aficionados, la indignación que se está viviendo y sintiendo esta temporada con las actuaciones arbitrales que no favorecen al Submarino es máxima.

Los reclamos

De hecho, el Villarreal está soportando en el presente ejercicio 2024/25 un lastre de hasta 25 situaciones en la que las decisiones de los seres humanos, tanto colegiados, auxiliares como gestores de VAR, han perjudicado al conjunto que dirige Marcelino García Toral. y eso teniendo claro en toda la familia amarilla, de que los responsables que toman las decisiones tienen derecho a equivocarse y no se duda de su profesionalidad... pero siendo tantas veces y de forma reiterada genera suspicacias.

Entre esas mencionadas situaciones, 22 son goles anulados, la mayoría con muchas dudas al respecto de dichas decisiones, dos penaltis a favor no señalados y un penaltito en contra del que todavía viendo las imágenes una y otra vez se sigue buscando el supuesto contacto que originó la infracción.

Las 25 situaciones

Los goles

Thierno Barry , por poner un ejemplo, llevaría siete goles más si los colegiados no le habrían anulado dicha cantidad de tantos, aunque uno de ellos --uno de los tres que le quitaron ante el Getafe-- sí que se ve claramente la acción que provocó la anulación.

Pero no el delantero francés es el único perjudicado, es todo el Submarino. Desde la 2ª jornada en el Sánchez Pizjuán, donde se invalidaron dos tantos, hasta en otros 13 partidos los colegiados o responsables de VAR han convertido en decepción la explosión de júbilo de jugadores y técnicos tras anotar en el marco rival.

Al respecto, a excepción de la derrota ante el Barcelona en La Cerámica por 1-5, aunque se le anularon tres goles, y los cómodos triunfos ante Las Palmas (3-1) y Alavés (3-0), en otros 12 encuentros los goles anulados han impedido meterse en el partido o empatar, en duelos que terminaron con derrota; ganar, en casos que se concluyó en empate y vencer de forma más holgada.

En dicho informe (ver casos concretos en la imagen gráfica ubicada anteriormente en este artículo), también se contemplan dos penaltis a favor no señalados (ante Getafe y Girona) y el no penalti sí pitado para Osasuna.

Distinta vara de medir

Una lista en la que se podía añadir decisiones que cuando son en contra del Villarreal sí se señalan, mientras que cuando es al revés, el rival sale indemne. El caso más claro y reciente es la expulsión a Eric Bailly en Vigo ante el Celta, en una acción en la que el rival se iba hacia el córner y no hacia el marco rival, sin ser una ocasión manifiesta de gol. Pero al Submarino es muy fácil dejarle con diez en la primera parte, algo que no sucede con otros rivales en acciones similares. 

Mención especial para el show de Cuadra Fernández y su auxiliar Guadalupe Porras. En La Cerámica todavía se preguntan por qué un árbitro se dejó desautorizar por su asistente en una acción juzgada por él a un metro de distancia y, a su vez, por qué el VAR no avisó. Es una de las 25, una de las que privó de una victoria y de tener dos más. La más dura, pero cuando son tantas, ya todas duelen igual.

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