La crónica: El Villarreal se autoinvita a la fiesta del Barcelona (2-3)

El Submarino se cuela en las celebraciones del campeón de Liga para sellar su billete para la próxima Liga de Campeones

El triunfo ante el Barça y la derrota del Real Betis ante el Atlético de Madrid (4-1) otorgan la 5ª plaza de forma matemática

Segunda victoria consecutiva en Montjuic, con una exhibición refrendada con los goles de Ayoze, Comesaña y Buchanan

Los jugadores del Villarreal celebran el pase a Champions.

Los jugadores del Villarreal celebran el pase a Champions. / AGENCIAS

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Barcelona (enviado especial)

¡Sí, sí, sí, la Champions ya está aquí! Costó, se sufrió, se sudó... pero se consiguió. El Villarreal CF volverá a codearse con los mejores equipos de Europa, volverá a pisar la alfombra roja del balompié internacional y la próxima campaña, entre semana, al menos en otoño e invierno, volverá a acaparar los focos del Planeta Fútbol.

Ya es un clásico en Primera División, donde disputará su 26ª temporada en la 2025/26, y lo es también en Europa, donde regresará tras un ejercicio 2023/24 para olvidar y que, en el presente 24/25, Marcelino ha recuperado.

Porque el Submarino nunca debió irse del panorama internacional. Se fue por tener comandantes al frente que no dieron la talla (Quique Setién y Pacheta), hasta que el club viró sobre la marcha e hizo regresar al técnico asturiano para enderezar el rumbo.

Comesaña, autor del 2-2.

Comesaña, autor del 2-2. / EFE

Sin complejos

Con muy poco que perder y consciente de que podría sellar su billete a la Liga de Campeones la última jornada en casa ante el Sevilla, el Villarreal saltó sin complejos el Olímpico de Montjuic donde se coronó con un triunfo brillante, de los que se recordarán, un 2-3 que dejó al Barça con un sabor agridulce para celebrar su título liguero. Incluso no hubiera hecho ni falta sumar, ya que el Real Betis cayó en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid (4-1).

Se autoinvita a la fiesta

Los de Marcelino se autoinvitaron a la fiesta del campeón de Liga. Le hicieron el pasillo al Barcelona, le rieron las gracias al anfitrión y, al final, todos se fueron felices.

Y como ese invitado que no estaba incluido en la lista pero que se cuela en la fiesta, la primera se la tomó el Submarino. No se llevaban ni cinco minutos de juego y Nicolas Pepe rompía la línea defensiva del Barça a la contra, veía solo a Ayoze, que ejercía de Trofeo Zarra para ejecutar a Ter Stegen y anotar su 19º gol en LaLiga.

La cosa se ponía bien, pero el campeón quería demostrar que no estaba de resaca. De hecho, Hansi Flick alineó a su once titularísimo, sin guardarse a nadie, salvo Dani Olmo y Frenkie De Jong.

Antes de que despertara el Barça los amarillos tuvieron el segundo, pero Yeremy remató solo en plancha al lado del poste. Fueron nueve minutos ilusionantes... hasta que despertó el mejor jugador del mundo en la acutalidad: Lamine Yamal.

Lamine, tras el gol.

Lamine, tras el gol. / AGENCIAS

Despierta Lamine Yamal

El juvenil de 17 años se quitó el ‘outfit’ de fiesta --las celebraciones por la noche de jueves y viernes fueron largas-- y se puso la capa de héroe. Pidió el balón y nadie rechistó. Y una y otra vez encaró y volvió loco a todo el Villarreal.

El internacional español generó múltiples ocasiones tanto para él como para sus compañeros. Pero el genio imberbe no contaba con Luiz Júnior. O Goleiro demostró por qué el club y Marcelino han apostado por él, haciendo cuatro paradones brillantes.

Pero, pese al buen hacer del meta brasileño, no pudo evitar antes del descanso los dos golazos desde la frontal del conjunto azulgrana. El 1-1 marca de la casa de Lamine Yamal a tiro cruzado en el 37’ y el 1-2, ya en el descuento, de trallazo de Fermín López.

Buchanan.

Buchanan. / EFE

Personalidad amarilla

El 1-2 al descanso no amilanó a los groguets, ya que nada más iniciarse la segunda mitad Yeremy se inventó un pase magistral para Comesaña que, solo ante Ter Stegen, se inventó un gol digno de un crack mundial, picando sutilmente el balón para hacer el 2-2.

Golpe mortal

De ahí al final tocó aguantar, sufrir, remar, resistir... y lo hizo. E incluso se dio el gustazo de asestar un golpe mortal en le recta final, con el primer gol de Buchanan tras una gran asistencia de Sergi Cardona. Un gol para certificar el triunfo por 2-3, para lograr la segunda victoria consecutiva en Liga en Montjuic y para decir en voz alta que sí, el Villarreal es equipo de Champions.

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