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Este Villarreal mete mucho miedo: 4-0 al Rayo Vallecano

Los amarillos sofocan al Rayo Vallecano gracias a su poderoso frente de ataque: marcan Gerard Moreno, Moleiro y Ayoze, además de Comesaña

Alberto Moleiro, autor del 2-0 y asistente en el 3-0.

Alberto Moleiro, autor del 2-0 y asistente en el 3-0. / MANOLO NEBOT ROCHERA

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

Vila-real

El Villarreal CF trasladó al Estadio de la Cerámica su particular fiesta de Halloween con un 4-0 al Rayo Vallecano con el que mete miedo. Con un frente de ataque tan poderoso, no solo los cuatro delanteros sino con el talento desbordante que tiene también en los extremos, los amarillos se colocan segundos, a la espera del Barcelona-Elche.

Al Submarino, entre LaLiga, la Champions y desde ya la Copa del Rey, no le alcanza el tiempo para entrenar mucho. Pero, desde luego, lo aprovecha para alcanzar un alto grado de compenetración, pese a no llevar aún tres meses de competición y haber cambiado a la mitad de su once tipo respecto al pasado ejercicio. Poco a poco, va alcanzando esa velocidad de crucero, ahora en el inicio de un tramo del camino con unos obstáculos, en teoría, menos amenazadores.

Dos cambios respecto a Mestalla

Con Alfonso Pedraza en lugar de Sergi Cardona y Thomas Partey dando un respiro al Pape Gueye respecto al equipo inicial del 0-2 en Mestalla, el Villarreal se lanzó a contrarrestar ese ida y vuelta que le proponía el Rayo, que, en verdad, firmó la primera ocasión clara, un cabezazo de Alemão bien resuelto por Luiz Júnior.

Pero cuando juntas a Georges Mikautadze, Alberto Moleiro (el mejor sub-23 del mes, lo que prueba su crecimiento), Nicolas Pepe (puro vértigo) y un renacido Gerard Moreno, por mucho que el rival cierre filas, al final acaban encontrando un resquicio. Lo hizo el 7, para fintar a Pep Chavarría y cruzar al palo contrario, acabado así con la imbatibilidad de Augusto Batalla en el ecuador del primer tiempo, un 1-0 doblemente celebrado porque el VAR tardó dos minutos en darle su visto bueno.

Pausa (momentánea)

El gol templó el partido. El Villarreal estaba donde quería estar, cediendo la iniciativa a la espera de poder correr. Así es este equipo, que tan pronto interpreta la partitura de un partido haciendo sonar el violín como saca sus mejores acordes con la guitarra eléctrica. No pasó mucho más y el encuentro desembocó en el descanso, con la ya justa victoria parcial amarilla.

Dos minutos y dos goles

Dos apuntes del nacimiento del segundo tiempo. Tani Oluwaseyi tomó el testigo del georgiano y el Rayo merodeó a Luiz Júnior.

Hubo un tercero, que el 2-0 no llegó aún en dos acciones inmejorables del canadiense y Pepe, aunque no hubiera valido, por la posición adelantada de aquél.

No hubo tiempo para el lamento, sino para todo lo contrario, porque Moleiro arrancó, condujo y mandó la pelota al fondo de las mallas, en una acción personal que ni la IA, a día de hoy, es capaz de dibujar (56’). Y dos minutos después, el tinerfeño asistió para que Santi Comesaña, aunque pidiendo disculpas, convirtiera el rotundo triunfo en un atisbo de goleada.

Vídeo: Revive los mejores momentos de la previa del Villarreal-Rayo

Manolo Nebot

A pensar en la Champions

Quedaba media hora y Marcelino García ya empezó a pensar en el Pafos, en la Champions. Y sacó a un tal Ayoze Pérez, máximo realizador español de la pasada temporada, que en cuestión de segundos, re reencontró con el gol.

La mayor preocupación de Luiz era que no le deslumbrara el sol; la de su colega en la otra área, que no le cayeran más. Comesaña (antes de ser cambiado) y Tajon Buchanan lo intentaron, al igual que Dani Parejo, que mandó un libre directo al larguero. El Rayo también gozó de un par de ocasiones, pero salió de La Cerámica convertido en un zombi.

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