Hubo un día en el que la mentalidad del Villarreal cambió y nadie lo sabía. El 23 de julio del 2020 el club y Unai Emery firmaron su vinculación para las próximas tres temporadas. La entidad que preside Fernando Roig tenía claro cuál era el propósito con su incorporación: romper la barrera del primer título con un entrenador cuyo curriculum atesora muchos trofeos. 

El presidente, desde su primer ascenso a Primera División en 1998, ha ido dando pasos de gigante en su proyecto, hasta convertir al Submarino en campeón de Europa. Pero hasta llegar a tocar el cielo en Gdansk, quedaron por el trayecto cuatro semifinales continentales sin esa dosis de fortuna que sí se tuvo ante el Arsenal para sellar el billete a Polonia. En la 2003/04, la primera vez en unas semis continentales, el Valencia apeó al Submarino con un polémico penalti que transformó Mista tras cometerlo Juliano Belletti sobre el delantero murciano. 

Dos años después, en la 2005/06, el Villarreal enamoraría a Europa con su histórica actuación en su primera Champions League. Tras eliminar al Inter de Milán en cuartos de final, se citaba con el histórico Arsenal de Thierry Henry en semifinales. Para el recuerdo quedará ese trágico penalti de Riquelme que hubiera dado al Villarreal la posibilidad de jugar una prórroga y quién sabe si su primera final continental. 

Desde entonces, el fútbol le debía una gran noche al Villarreal, que tampoco la obtuvo en las semifinales de la Europa League ante el Oporto (2010/11) y frente al Liverpool (2015/16). Pequeños detalles que impidieron que el Submarino viviera su momento, hasta que el 26 de mayo del 2021 el fútbol saldara esa deuda con el club presidido por Fernando Roig.

Trayectoria inmaculada

216 días después de su estreno en la presente edición de la Europa League (el 22 de octubre, en La Cerámica ante el Sivasspor turco), el Submarino culminó ante el Manchester United una trayectoria inmaculada. Y es que el Villarreal completó un camino de 15 partidos (14 y el suspendido ante el Qarabag por los numerosos casos de covid del equipo de Azerbayán) con números absolutamente de campeón: 12 victorias, tres empates (incluyendo la final de Gdansk que se acabaría ganando en penaltis) y ni una sola derrota.

Entre las claves para este camino hacia el título sobresale la figura de Unai Emery. El de Hondarribia es ya en solitario el entrenador con más títulos de Europa League (4), superando a Giovanni Trapattoni, con quien estaba empatado en la cima con tres hasta la cita de Polonia. Además, Emery cumplió ante los Diablos Rojos su partido número 100 en la Europa League (8 en la antigua UEFA), con un balance de solo 13 derrotas. 

Sin duda, la pieza que le faltaba a Roig para dar ese gen de campeón al Villarreal. «Estoy profundamente orgulloso por el proyecto y dedico el título a Fernando Roig, por todo lo que ha construido aquí en el Villarreal, apostando fuertemente por la base, y a pesar de haber sufrido descensos se ha vuelto a reponer con fuerza. Yo me siento orgulloso de todo esto y de estar aquí», dijo Emery tras ganar en la final de Gdansk.

Respecto a qué le motivó para unirse al proyecto del Villarreal, el preparador vasco afirmó que «mi objetivo personal era darle continuidad a que año tras año estemos en Europa. Lo importante no es ganar títulos, sino tener la capacidad y los argumentos para poder ganarlos». Y añadió: «No me trajeron para ganar la Europa League, sino para dar continuidad al proyecto, no hemos perdido ningún partido en el torneo y el camino ha sido muy importante, es clave saber disfrutar del camino», recordó.

En cuanto a la final ante el Manchester United, reconoció que «las decisiones de un entrenador deben tener todos los argumentos para tomar decisiones y que salgan bien. Íbamos a sufrir, teníamos que jugar nuestras bazas, y madurar el partido, por lo que debíamos plantear el partido con diversos objetivos según transcurriera la primera parte, la segunda, la prórroga o los penaltis».

Ahora la Champions

Con el título en el bolsillo, el Villarreal se aseguró ser cabeza de serie en la próxima edición de la Champions League. Para Emery, «ahora toca celebrarlo, luego tendremos que preparar lo que viene. Jugaremos otra final y la Champions League, Pero ahora toca desconectar, los jugadores irse de vacaciones y vivir de la manera más profesional ese descanso».