Cada maestrillo tiene su librillo. Y Unai Emery tiene el suyo, en el que desde la página 1 vienen marcadas en letras mayúsculas palabras como máxima exigencia y competitividad. Al contrario que otros entrenadores que pasaron por el Villarreal y que diseñaban un calendario de preparación de amistosos de menos a más, con un inicio contra rivales de menor potencial como era el caso de Fran Escribá, Emery ha solicitado la disputa de hasta ocho encuentros de preparación, cuando lo habitual eran siete, con el añadido de que su petición añadía que se intentase que fuera de un gran potencial, con el fin de examinar el verdadero nivel de este nuevo Villarreal.

En la mente del entrenador groguet también se encuentra comprobar las verdaderas prestaciones de varios jugadores que van a iniciar la preparación de pretemporada a sus órdenes, como pueden ser Manu Morlanes, Jorge Cuenca, Franquesa, Fer Niño o Iván Martín, además de las dos o tres incorporaciones que pudieran llegar junto al defensa argelino Mandi, ya ha anunciado oficialmente días atrás como el primer fichaje del próximo curso.

Amistosos de Champions

El club empezará la pretemporada el 8 de julio y ha confirmado encuentros contra el Valencia (16 de julio) o el Honved de Budapest (24 julio) en la inauguración del estadio del club húngaro, además de un partido en Tel Aviv con el FC Barcelona. Durante el periodo de preparación, el Villarreal volverá a concentrarse, como ya hizo en 2019, en Bad Häring, una pequeña localidad del Tirol (Austria) donde tiene previsto permanecer seis días.

Durante la estancia en tierras austriacas pretende disputar dos encuentros amistosos. En principio uno de los rivales iba a ser el Wolfsburgo alemán, pero finalmente será el también germano Mainz 05 el sparring de los amarillos. El segundo amistoso podría tener como contendiente al Herta de Berlín, aunque no se descarta que pudiera ser un importante club de la Premier League el oponente. El club también podría disputar amistosos contra el Olympique de Lyón y Olympique de Marsella, además de otro partido en Portugal, con el Sporting de Braga como probable adversario.

Emery quiere afrontar la Supercopa, la segunda final de la historia del club amarillo, ante el Chelsea, campeón de la Champions League, con el equipo plenamente rodado. Será el 11 de agosto cuando el Submarino se enfrente al equipo de Thomas Tuchel en la capital de Irlanda del Norte. 

Un encuentro que exigirá el más alto nivel físico, puesto que la gran baza de los blues es su solidez defensiva y su poderío físico, con jugadores como el campeón del mundo francés N’Golo Kanté... que fueron capaces de neutralizar la creatividad de los De Bruyne, Mahrez, Bernardo Silva... en la final de Champions ante el Manchester City de Pep Guardiola.

Todo ello, Emery lo sabe y por eso quiere llegar a Belfast con el equipo en plena forma y poder superar al club londinense. Una final que además será la antesala de los retos que le vendrán por delante al Villarreal a lo largo de la temporada de su regreso a la máxima competición continental.