Si hay un jugador que representa el genotipo del Villarreal, sin duda, ese es Manu Trigueros. Por su identificación con los valores del club, por su talento, por su implicación en el vestuario y por su rendimiento superlativo, avalado por los números. El talaverano debutó en el Submarino en Segunda División, justo después del amargo descenso, y lleva ya nueve temporadas en el primer equipo groguet, siempre con un elevado rendimiento, tanto a nivel de participación como de aportación individual.

Unai Emery tiene en Trigueros a uno de los puntales del equipo, como demuestran sus estadísticas. El mediocampista fue utilizado por el técnico vasco en 35 partidos de Liga, 14 de Europa League y 5 de Copa, sumando en total 54 encuentros. En su trayectoria en el club amarillo ha jugado 378 duelos oficiales con el primer equipo, en los que ha logrado un total de 26 goles y 34 asistencias.

El talaverano concluye su compromiso con el equipo de la Plana Baixa el 30 de junio del 2022, pero el deseo del club es prorrogar su estancia y la idea del futbolista, muy integrado en la dinámica de la entidad grogueta, es seguir ligado al equipo que le dio la oportunidad de dar el salto al fútbol profesional. Incluso concluir su carrera futbolística en el Villarreal es algo que tampoco descarta.

Una gran trayectoria

Trigueros se ha ido convirtiendo con el paso de los años en uno de los futbolistas más carismáticos del Submarino y uno de los referentes del vestuario, tanto por su forma de ser como por su carisma cara a la afición amarilla. Entre su tantos más recordados está el que logró en La Condomina, en la parte del campo donde se ubicaban cerca de 2.000 hinchas amarillos y que significaba el empate a uno en el tramo final del partido y un paso importante para lograr el posterior ascenso a Primera División.

De momento, el Villarreal sigue trabajando en esta y otras propuestas. No se mueve ni una hoja en el mercado de fichajes de LaLiga. La falta de liquidez económica del los clubs, agravada por la inflación que ha sufrido La liga en los últimos años por el crecimiento de los ingresos televisivos y el terremoto que el covid ha provocado --con una gran afectación al fútbol--, lo ha ralentizado todo.