La portería del Villarreal ha estado históricamente muy bien defendida. Una tradición de excelentes guardametas que ha convertido al Submarino en un santuario de arqueros de leyenda como Silvestre González, Andrés Palop, López Vallejo, Pepe Reina o Diego López, por citar a algunos de ellos. Y continúa la saga con Sergio Asenjo, quien se ha convertido en el portero que más veces ha defendido la puerta grogueta. La meta del flamante campeón de la Europa League sigue cerrada a cal y canto por Asenjo y Gero Rulli, con una competencia sana y una buen amistad entre ambos.

Hubo un tiempo en el que el Zamora, trofeo para el mejor portero de LaLiga, estuvo a punto de cambiar de ciudad y pasar a Palencia, lugar de nacimiento de Sergio Asenjo como le recordaban entre bromas sus amigos. Su carrera es un ejemplo para los jóvenes. Después de cuatro operaciones de ligamentos, sigue siendo uno de los grandes portero del fútbol español. El 8 de julio comenzará su novena temporada de amarillo. «Con Manu Trigueros y Mario bromeó porque ellos ya tienen el Submarino y a mi me faltan dos años para cumplir una década en el club y que Fernando Roig me lo obsequie», espeta en tono jocoso desde Palencia, haciendo un hueco en sus vacaciones para atender la llamada de Mediterráneo.

Han pasado 8 ocho años desde que llegara a Vila-real con solo 24 primaveras, precisamente hoy celebra su 32 aniversario en familia. El tiempo pasa volando. «No es habitual que un jugador permanezca tanto tiempo en un club. Estuve en otros clubs, pero en el Villarreal me siento como si hubiera nacido aquí. Y lo más seguro es que me quedé a vivir en Benicàssim», asegura. «Siento este club como nadie y no me veo en otro sitio mejor que en el Villarreal», añade. Y ahora también es leyenda amarilla con 250 partidos oficiales, superando a Reina y Diego López.

Tercera Europa League

En Gdansk, aunque lo vivió como portero suplente, ganó su tercera Europa League como jugador. «El Villarreal lo merecía y yo me he quitado una espinita que tenía. Todos lo vivimos con intensidad y desde el banquillo se pasa mucho peor, te lo puedo asegurar. A ras de campo, viendo a tus compañeros desde fuera, se te comen los nervios. Y nunca había visto nada igual con tantos penaltis. Fue increíble e inolvidable», rememora el portero amarillo.

Asenjo ha terminado a un gran nivel una temporada en la que ha disputado 36 partidos de Liga y uno de Europa League, pero con el mérito de haber estado convocado en todos los partidos oficiales, a excepción de uno de Copa en Zamora, donde Emery decidió darle descanso. Un indicador de regularidad. El palentino reconoce que el comienzo de temporada fue complicado para él. «Deportivamente no fue fácil el inicio para mí. Llevaba siete años entrenando con Unanua, siguiendo una rutina de trabajo y noté el cambio y adaptarme a lo que me pedía el nuevo entrenador. Pero entrené duro para cumplir con lo que me pedían y he terminado muy contento y feliz con la labor realizada. Sobre todo porque conseguí una buena adaptación y hacer lo que me pedían», reconocía. 

Método Emery

Cada entrenador tiene su método y su forma de ver el fútbol. «El míster quería un portero valiente, que ayude a la espalda de la defensa y fuera con los pies un jugador más del equipo, además de dominar muy bien el juego aéreo. Es normal que al principio no fuera fácil para mí. Emery estaba muy pendiente y me explicaba lo que pretendía que hiciera. Es verdad que tenía dudas en el primer tramo de año, pero he acabado cumpliendo con lo que se me pedía y con un buen nivel de juego. He puesto mucho empeño y esfuerzo y ahora tengo que estar agradecido a los técnicos porque me han hecho mejor», reconoce con humildad. «La confianza del entrenador me ha ayudado a ser mejor portero y también mi compañero Gero Rulli. Creo que el Villarreal tiene dos buenos porteros», apunta con orgullo.

Y por fin cayó el título que tanto buscaba el club. ¿Qué ha cambiado para lograrlo? Su respuesta no dejó lugar a dudas: «He notado un gran nivel competitivo. El míster ha manejado bien el grupo y siempre lo repetía en las charlas, que ese combo de experiencia, gente joven y talento nos iba a dar ese plus para ganar, como así ha sido. Este es un club especial y debe tener gente que lo sienta como suyo», analiza. «Emery es un trabajador incansable, que prepara muy bien los partidos y te lo deja todo machacado. Yo sentía que él disfrutaba entrenándonos. El ambiente ha sido muy bueno y todo suma», puntualiza Asenjo.

 Y esta temporada, la Champions. Casi nada: «Si ves los bombos de los posibles rivales, ya percibes la alta exigencia que no espera. Cada partido es a muerte, pero tenemos una buena plantilla y muy competitiva que seguro se mejora más todavía». «No obstante, no debemos olvidar la liga, que es el pan nuestro de cada día», advierte el palentino.

La portería ha estado bien cubierta con Asenjo y Rulli, pero delante también han contado con la mejor pareja de centrales de LaLiga. «Pau y Albiol se entendían a la perfección y han formado un tándem espectacular. Raúl transmite buen rollo y experiencia y creo que merecía estar en la Selección con Pau», concluye. Un portero de leyenda que camina hacia su novena temporada de amarillo. Asenjo ya tiene más cerca el popular submarino de reconocimiento a una década de groguet.