Pau Torres comenzó a entrenar a mediados de agosto de 2021 y su temporada acabará con el fin de los Juegos Olímpicos un año después. Vestir la camiseta de la Selección española y participar en unas Olimpiadas es un orgullo para cualquier deportista. No existe discusión alrededor de esa tesis, como tampoco en velar por el estado físico de los jugadores de élite con la máxima exigencia que reclama la alta competición. El debate se ha abierto con los seis convocados para las Olimpiadas de Japón, que vienen de disputar una dura Eurocopa con la Roja de Luis Enrique y poco más de dos semanas después tendrán que jugar con la selección olímpica. Sin descanso. Todo ello, con el agravante de una larga temporada a la espalda con sus respectivos clubs en competiciones nacionales y europeas, con el añadido de los partidos de selecciones que marca el calendario FIFA. Además de ser un año atípico marcado por el covid, con un intenso final de Liga tras su suspensión en marzo por la crisis sanitaria internacional provocada por el covid, en el mes de junio y julio, casi encadenado con el siguiente campeonato.

Es el caso del defensa central del Villarreal, Pau Francisco Torres, junto a Pedri, Oyarzabal, Dani Olmo, Unai Simón y Eric García. Todos ellos concluyeron LaLiga y sin descanso se concentraron con la selección para preparar la Eurocopa, que terminó para España el pasado 6 de julio con la eliminación en las tandas de penaltis frente a Italia. Y ahora comienza un nuevo torneo, con una concentración que empieza este domingo 10 de julio en Benidorm. Solo dispondrán de cuatro días de descanso para desconectar de la alta competición, después de un año durísimo y cargado de partidos.

Riesgo de lesiones

La pregunta es: ¿Alguien ha pensado en el riesgo de graves lesiones que corren los jugadores después de acumular tantos encuentros? ¿Se ha tenido en cuenta a los clubs que pagan las nóminas de los jugadores y que no podrán contar con ellos en el inicio de temporada?

El Villarreal no podrá contar con uno de los jugadores que forman parte de su columna vertebral ni en la final de la Supercopa de Europa ni, como mínimo, en las tres o cuatro primeras jornadas de Liga. Los juegos Olímpicos concluyen en la primera semana de agosto, pero con un calendario tan cargado de partidos, el club amarillo tendrá que conceder, al menos, tres semanas de descanso a su futbolista, además de que Pau tendrá que efectuar una mínima pretemporada para estar en condiciones de competir. En el mejor de los casos, hasta mediados de septiembre, siendo optimistas, Emery no podrá disponer de los servicios del central de Vila-real.

Pau ha vivido una auténtica maratón de partidos en la alta competición. Sin descanso. Y ahora su participación en los Juegos Olímpicos, donde será fijo en el once de De la Fuente, acentuará más la elevada exigencia física de un jugador, igual que sus compañeros en la Eurocopa, sobresaturado de partidos. Acabó la temporada 19-20 el 19 de julio, y tras el parón del covid jugó ocho partidos de Liga de manera consecutiva. La temporada 20-21 comenzó el 12 de septiembre y en ella el central vila-realense disputó 33 encuentros de Liga, 2 de Copa, 9 de Europa League con el Villarreal. En la selección su concurso también fue muy importante con 6 encuentros en la UEFA Nations League y 6 más en la Eurocopa.

Te puede interesar:

Negativa de la Federación Española

El Villarreal, igual que los clubs afectados por esta concatenación de convocatorias de la selección para los seis jugadores mencionados, mandó una petición a la Federación Española para que se reconsiderara su citación por la elevada carga de partidos que debería soportar Pau, además del perjuicio para el Villarreal. La solicitud fue desestimada. La ley del deporte en España obliga a los clubs a ceder a sus jugadores en las citas olímpicas y la no cesión conlleva una sanción, algo que no sucede en la Premier League, donde los clubs pueden negarse a prestar a sus jugadores. Ahora solo queda esperar que el estrés competitivo no pase factura, en forma de lesiones, a los futbolistas.