Se acabaron los ensayos. El Villarreal finalizó el sábado su periodo de preparación con un empate a dos frente al Leeds United y ya está listo para una nueva y exigente temporada. El equipo de Unai Emery, que terminó el curso el pasado 26 de mayo, retoma la competición apenas dos meses después y con un título europeo en juego. Casi nada. 

Será este miércoles (21.00 horas, Movistar) cuando el Submarino dispute la Supercopa de Europa frente al Chelsea, actual campeón de la Champions League, en la que será la segunda final de su historia, tras la histórica de Gdansk en la que acabó levantando el título de la Europa League, después de batir al Manchester United en la tanda de penaltis. 

Para llegar al encuentro de Belfast en el mejor momento de forma posible, el técnico Unai Emery ha tenido que modificar varias veces el plan inicial de la pretemporada, llegando a anular sus dos concentraciones lejos de España a causa de un brote de covid, lo que truncó el plan de trabajo previsto inicialmente. 

No en vano, fueron cinco jugadores contagiados hace algo más de diez días, por lo que su recuperación y pruebas negativas completas, siguen en duda de cara al viaje de mañana a Belfast. Además, el equipo suma dos bajas importantes por lesión como las de Dani Parejo y Samu Chukwueze, a los que se les deba añadir la posible baja de Capoue y Paco Alcácer, ambos con molestias musculares.

A esa lista de ausencias casi seguras, se les suman las posibles ausencias de Gero Rulli, Francis Coquelin y Moi Gómez, que son también duda para la final. Unos contratiempos que ha tenido que ir afrontando el preparador vasco durante los seis partidos de pretemporada que ha jugado, cambiando casi por obligación el once en cada uno de ellos. 

En lo que respecta a lo deportivo, el equipo ha ido evolucionando de menos a más, sumando tres empates y tres derrotas y dejando mejores sensaciones de juego en los últimos enfrentamientos, sobre todo, en el último ante el Leeds de Bielsa, donde el Villarreal se mostró superior en todo momento y mereció la victoria a pesar de la larga lista de bajas.  

Además del 2-2 frente al club inglés, empató con el Levante (0-0) y Olympique de Lyon (2-2) y acabó perdiendo frente al Valencia un partido que ganaba por 0-2 (3-2) y por la mínima ante el Marsella (2-1) y el Leicester (3-2). En todos ellos, eso sí, dejó la sensación de que podía dar una marcha más y que con todos los jugadores importantes debería haber ganado. 

Confianza plena

En ese sentido se muestra Unai Emery, quien desde hoy solo piensa en el Chelsea y que ya ha repetido estos días que «vamos a Belfast a ganar al Chelsea». En esa final también estará Pau Torres, que tras conseguir la plata olímpica volará a Irlanda del Norte para competir junto a su equipo antes de irse de vacaciones. El Villarreal ya sabe lo que es ganar una final sin ser favorito y lo quiere volver a repetir.