Tras dos días y medio de descanso, el Villarreal CF vuelve este miércoles a los entrenamientos con las pilas cargadas y las ideas muy claras. Después de empatar sin goles en los dos primeros compromisos de La Liga 2021/22 frente al Granada y el Espanyol, Unai Emery intentará pulir algunos de los aspectos del juego que considera que su equipo ha de mejorar para intentar asaltar el Wanda Metropolitano este domingo y plantar cara al actual campeón liguero, el Atlético de Madrid (22.00 horas).

Uno de los debe en la lista del técnico vasco es la definición. El cuadro villarrealense ha generado peligro en los dos partidos disputados, pero no ha logrado materializar ninguna de sus ocasiones, lo que ha acabado penalizándole. La dupla Gerard Moreno-Boulaye Dia se ha adaptado a la perfección desde el primer día, pero falta que se vea puerta y el Villarreal adquiera ventaja en los partidos para contar con más posibilidades de llevarse los primeros tres puntos en juego de la temporada. Tanto el delantero catalán como el franco-senegalés prueban con lanzamientos a puerta cada vez que ele esférico llega a su parcela, pero hasta ahora les ha faltado encontrar una mejor posición con la que hacer daño a los rivales.

El centro del campo es otro de las posiciones a reforzar. El Submarino ha notado la ausencia por lesión de Dani Parejo, al que se espera recuperar a partir del 11 de septiembre, si bien Manu Trigueros y Capoue han estado a un buen nivel en líneas generales pero falta el plus que da el futbolista madrileño al equipo. Por las bandas, Alberto Moreno se ha ganado el puesto y está siendo protagonista, mientras que en la derecha Emery ha probado con Yeremi Pino y Moi Gómez.

La solidez defensiva

Por el contrario, uno de los puntos fuertes del Villarreal en este arranque liguero ha sido la defensa. Tanto ante el Granada como contra el Espanyol se logró mantener la portería a cero con una defensa formada por Foyth, Albiol, Mandi y Pedraza, y con Rulli en la portería. Y esa es la misma idea de cara al enfrentamiento contra el Atlético: ser fuertes atrás para, a partir de ahí, generar peligro arriba y jugar en igualdad de condiciones.

No obstante, todos los jugadores han arriesgado demasiado y se han visto condicionados al mostrarles demasiadas cartulinas amarillas y ese es uno de las mejorías en las que ha de trabajar el plantel villarrealense. El Submarino ha visto nueve tarjetas en los dos primeros partido de Liga, resueltos ambos con empate sin goles, y avanza al ritmo de récord en este capítulo en la actual campaña. Cabe destacar que el conjunto de la Plana Baixa suele acabar las temporadas con una media de cien tarjetas con máximos que no han superado las 115, pero con el ritmo actual se acercaría casi a las doscientas (171), de ahí que Emery haya mostrado cierta preocupación y vaya a pulir este aspecto de cara al futuro.