La figura de la enfermera escolar sigue en el aire a dos semanas del curso escolar. Según la Conselleria de Educación, Salud Pública ha descartado la contratación de personal de enfermería escolar y ha asignado cada centro educativo público a un centro de salud de Atención Primaria, cuyos profesionales médicos y de enfermería se encargarán de atender las urgencias y necesidades del estudiantado con enfermedades crónicas. Fuentes de la Conselleria de Educación señalan que el de enfermería no es personal educativo, sino sanitario, por lo que depende de la Conselleria de Sanitat, que, a su vez, guarda silencio.

Desde la Conselleria de Educación, mientras, matizaban que «los centros educativos públicos están en permanente contacto con su centro de salud de referencia, que es el que dispone de todos los recursos sanitarios para atender al alumnado que lo requiera».

Reivindican la figura

Mientras, crecen las voces a favor de esta figura que se suman al colegio de Enfermería. Este jueves, sin ir más lejos, el sindicato CSIF reivindicó su implantación por su papel clave tanto a la hora de realizar un control y seguimiento de posibles enfermedades crónicas entre los chavales como para detectar con rapidez posibles contagios.

Sentencia judicial

Desde el sindicato recordaban que la quinta ola de este verano ha dejado de nuevo colapsados los centros de Atención Primaria, por lo que pedían tanto a la Conselleria de Sanitat como a la de Educación que se anticiparan a la situación que podía vivirse de cara al inicio del nuevo curso. Además, recordaban el auto emitido por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ) que ha anulado la resolución de la Conselleria de Educación que establecía la responsabilidad de los docentes de actuar en caso de que un alumno con enfermedad crónica sufriera una urgencia sanitaria, tras el recurso presentado por el Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (Cecova).

Algunos ayuntamientos la impulsan

En enero, el ayuntamiento anunció la implantación de esta figura en los colegios Columbretes, San Agustín, Carles Selma y Guitarrista Tárrega de Castelló en una primera fase. Una iniciativa que también emprendieron ayuntamientos como Benicàssim, Peñíscola o Segorbe y Onda, si bien en este último caso hubo polémica al impedir Sanitat su acceso.