Poder adquisitivo

El 65% de los jóvenes propietarios han necesitado la ayuda de sus padres para comprar una vivienda

Un estudio de EsadeEcpol y la Fundación Friedrich Naumann Madrid radiografía la situación de la juventud frente a lo que llaman "crisis permanente"

Un cartel anuncia un piso en venta en Barcelona.

Un cartel anuncia un piso en venta en Barcelona. / FERRAN NADEU

Paula Clemente

Solo un 35% de los jóvenes españoles de entre 18 y 35 años tiene una vivienda en propiedad. Y, de estos, poco más de una tercera parte ha podido pagarla sin la ayuda de sus padres o de algún familiar. En concreto, de no ser por este tipo de apoyo económico, el 65% de esta muestra no habría podido convertirse en propietario. Y, de hecho, España es el país mediterráneo con la edad media más alta a la que un joven compra una vivienda: los 25 años. También, por cierto, el que más importancia da al nivel de ingresos propios a la hora de adquirir esta vivienda. Es en buena medida por ello (o, más bien, por la falta de ellos) que, a día de hoy, una cuarta parte de los adultos de entre 30 y 34 años sigue en casa de sus padres.

Así lo identifica un estudio llevado a cabo por EsadeEcpol y la Fundación Friedrich Naumann Madrid (FNF) con el que ambas instituciones pretendían radiografiar la situación de la juventud mediterránea frente a lo que llaman "crisis permanente".

"El tránsito a la vida adulta de las generaciones nacidas entre 1980 y 2005 ha quedado marcado por una cantidad inusitada de impactos críticos a la economía: la Gran Recesión de 2008, la subsiguiente crisis de deuda pública, el profundo acantilado por el que se despeñó el PIB durante la pandemia (...) y, por último, la combinación de inflacióncrisis energética, del comercio mundial y el modelo de economía abierta y seguridad global en que se fundamenta", contextualiza este documento.

Con esta situación como telón de fondo, el análisis llega a conclusiones como que en torno a un 30% de los jóvenes españoles dice no tener ni para gastos básicos como la vivienda, la alimentación o el transporteprácticamente la mitad (48,5%) califica de mala o muy mala su capacidad de ahorro a largo plazo; y que la mayoría (54%) aún convive con sus padres o abuelos.

"Cuando preguntamos a los jóvenes qué factores importan para continuar en la residencia familiar, la razón es abrumadoramente económica, fundamentalmente para los que viven en países europeos", razonan los autores del estudio. Dan una importancia alta o muy alta a la falta de ingresos propios el 66,3% de los españoles, el 62,4% de los portugueses y el 61,2% de los italianos. En cambio, este porcentaje desciende hasta cerca del 40% en países como el Líbano o Túnez y se sitúa por debajo del 30% en Marruecos.

Brecha entre expectativa y realidad

Sea por la razón que sea, lo que impera, en general, es el pesimismo. En España en concreto, el porcentaje de jóvenes que ven factible emanciparse en los siguientes dos años no llega ni al tercio. Curiosamente, sin embargo, el mismo porcentaje escala hasta casi el 72% si el horizonte se alarga toda una década.

"Esta diferencia entre presente y futuro que vemos en la encuesta tiene el peligro de volverse una brecha entre expectativa y realidad si la perspectiva no se cumple, como ya sucedió con los 18-34 de la Gran Recesión", reflexiona el director adjunto de EsadeEcPol y coautor del informeJorge Galindo, en sus redes sociales, donde destaca el alto porcentaje de adultos de entre 30 y 34 años que siguen en casa de sus padres como un mal indicador de que se vayan a cumplir estas expectativas. Además -añade- "esta brecha no será igual para todos los que hoy son jóvenes: sí, todos esperan emanciparse eventualmente, pero quien tiene estudios terciarios (que en España recordemos que correlaciona con la renta/riqueza de tus padres) tiene una confianza mayor para cualquier plazo de tiempo".

De este modo, una de las grandes conclusiones a la que llegan los autores del informe es que se necesita un plan estratégico para cerrar esta brecha. Los objetivos, a su juicio, tendrían que ser generar prosperidad equilibradacrear oportunidades para los jóvenescentrarse mucho en la formación y dar apoyo económico. En el caso de la vivienda en concreto, esto podría traducirse en políticas para ampliar las iniciativas de vivienda pública de alquiler o promover la participación del sector privado.