Ante una crisis económica que no da respiro, la mayoría de los castellonenses no renuncia a cuidar su imagen: un buen corte de pelo, una manicura perfecta, sudar en la cinta del gimnasio, broncearse bajo las lámparas de rayos UVA... El sector de la estética sigue en auge y es uno de los pocos que se escapan de los números rojos. Es cierto que la facturación de peluquerías, salones de estética y gimnasios no es la misma que hace unos años, pero este tipo de empresas aguanta como pocas el tirón. Incluso cada mes hay nuevas aperturas.

Los datos que maneja la Cámara de Comercio de Castellón hablan de la existencia en la provincia de 900 salones de peluquería, medio centenar de gimnasios, y unos 150 centros de estética, unas cifras que se han mantenido estables, o incluso han ido ligeramente al alza, en los últimos años. En total, se emplea a algo más de 5.000 personas. “Estamos aguantando bien, aunque la crisis también nos está afectando. El secreto puede ser que esté en el hecho de que llevamos tres años con los precios congelados”, cuenta Pepe Mora, presidente de la Asociación de Peluquerías de Castellón, adscrita a la Pymec.

Solamente las peluquerías emplean en Castellón a unos 4.000 trabajadores y en la mayoría de academias de la provincia no hay vacantes. “Hay algunos centros que han cerrado por jubilación, pero también es cierto que han abierto nuevos”, señala Mora.

Decir que las peluquerías y los centros de estética no conocen la crisis sería faltar a la verdad. “Claro que la notamos. La actividad ha bajado y hay clientes que antes acudían todas las semanas y ahora vienen una vez al mes. Hemos pasado de ganar mucho dinero a ganar menos, pero se puede aguantar”, describe Mora.

cerrar CIERRAN POCAS // Un recorrido por las calles de las principales ciudades de la provincia basta para comprobar que mientras se han cerrado decenas de pequeños comercios, la tendencia en el sector de la estética no es la misma. “El número de salones que trabajamos es prácticamente el mismo, aunque la facturación nos ha bajado un poco y no es el boom de antes”, argumenta Isabel Catalá, responsable de una peluquería de la capital y con más de dos décadas de experiencia.

Con los centros de estética ocurre más de lo mismo. “Ahora mismo no tenemos igual volumen de clientes que hace cinco años, pero la gente siguen sin renunciar a la depilación. Afortunadamente vamos trabajando”, describen en una clínica que está dedicada a la depilación láser y ubicada en el mismo centro de la ciudad.

Con la crisis el sector de la estética tampoco ha sido ajeno a la guerra de precios y a la competencia desleal. “Hay mucho intrusismo en Castellón. Tenemos constancia de que hay personas con poca formación que van por las casas y se ofrecen a realizar cortes de pelo y tintes a precios muy bajos”, denuncia el presidente de la Asociación Provincial de Peluquerías, que apela a la profesionalización de la actividad. “El futuro pasa por tener una visión más empresarial. Castellón tiene muy buenas peluquerías, aunque en este sector hay que estar al día siempre”, insiste Mora. H