El azulejo no es el único sector en Castellón que empieza a ver la luz al final del túnel. Tras años con cifras negativas, el metal también empieza a remontar y a crear empleo y lo hace gracias al tirón de la industria automovilística española y a la recuperación internacional de la cerámica. Aunque las cifras todavía no son como para tirar cohetes, los empresarios de la provincia aseguran que lo peor ha pasado ya y que empiezan a verse ciertos signos de recuperación.

Y el primero de esos signos llega de la mano de la automoción. Las cinco firmas que existen en Castellón (Radiadores Ordóñez e Industrias Dolz son dos de los ejemplos) empiezan a recuperar plantilla y lo hacen gracias a que los grandes fabricantes de automóviles han incrementado la demanda de sus productos. “Esas empresas proveedoras de la industria del automóvil empiezan a tener mejores resultados y se está creando algo de empleo, aunque el avance aún es tímido”, explica Juan Manuel Suárez, presidente de la Federación del Metal de Castellón (Femecas), una entidad que aglutina a más de 2.500 pequeñas y medianas empresas.

A las industrias del metal les empieza a ir bien y a aquellas empresas y autónomos que se dedican a labores de mantenimiento, también. “La industria cerámica ha recuperado actividad y eso está provocando un mejora en los resultados en aquellas empresas que se dedican al mantenimiento industrial y a la maquinaria”, argumenta el máximo responsable de la patronal del metal.

Pero no a todos los colectivos del sector del metal les va igual. La facturación de los talleres de reparación de automóviles sigue en caída libre, mientras que otras actividades como la fontanería, el aluminio y la electricidad, muy vinculados a la marcha de la construcción, tampoco acaban de remontar. “Esta parte no despegará hasta que no lo haga la construcción y eso podría empezar a ocurrir a finales de año”, explica Suárez, que insiste en que las empresas siguen teniendo los mismos problemas que hace dos años: las deudas de la Administración siguen siendo altas y el grifo del crédito continúa cerrado. H