La cuenta atrás ya ha comenzado. A partir de este lunes comenzará una nueva etapa en las autoescuelas que afectará a todos: profesores, alumnos e incluso a los examinadores del carnet de conducir. La Dirección General de Tráfico (DGT) ultima la revolución más importante llevada a cabo desde principios de los ochenta con la finalidad máxima de mejorar la formación de los conductores noveles y reducir el número de accidentes de tráfico.

Los cambios afectan a las clases preparatorias que reciben los aspirantes en las autoescuelas pero, sobre todo, al examen. En el teórico habrá 15.500 preguntas en continua adaptación --ahora son 800 fijas-- en las que se cuestionará no solo el reglamento de conductores sino el comportamiento del aspirante en la carretera. “Queremos que comprendan todos los conceptos de la seguridad vial”, declara Jaime Amorós, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, quien explica que “ya no se podrán memorizar las respuestas porque hay muchas más y el alumno se verá obligado a entender lo que se le pregunta y el por qué de la norma”.

El cuestionario está vivo con este nuevo sistema. Cada test será distinto y se podrán adecuar preguntas a campañas de la DGT en un determinado momento o corregir aquellas en las que se perciba una dificultad extrema.

CONDUCCIÓN AUTÓNOMA // Los cambios en el examen práctico son también notables. Durará 25 minutos y durante los 10 primeros el aspirante deberá conducir solo y de forma autónoma, por lo que no recibirá ninguna indicación del examinador. Cuando pase esa fase de la prueba empezará la conducción guiada. A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, el examinador será quien diga al alumno si ha aprobado o no de forma casi inmediata. Aún hay otra novedad, y es que antes de poner el coche en marcha, el futuro conductor deberá mostrar un conocimiento mínimo sobre el vehículo. “Es lo que se llama comprobaciones previas. Le pueden pedir desde que abra el compartimento del motor hasta que localice los niveles de líquidos pasando por activar palancas de dispositivos”, indica Amorós. Además, el examen se completará incluso en los casos en los que el examinado falle y pierda todas sus opciones de aprobar.

A lo dicho aún hay que añadir otro elemento relevante, y es que a partir de ahora se va a juzgar si se sabe conducir de manera eficiente, es decir, de forma que no se gaste combustible en balde.

Preguntado Amorós por los inconvenientes de este punto de inflexión que viene marcado por una directiva de la Unión Europea, asegura que “todos son ventajas y los conductores estarán más formados con los cambios”.

El presidente provincial de las autoescuelas recuerda que en anteriores etapas la DGT ha actuado sobre los infractores, ha informado del carnet por puntos o el endurecimiento del código penal y ha aumentado los controles de alcohol, drogas y velocidad, entre otros. “Ahora es el momento de incidir en los nuevos conductores, y por eso se ha apostado por la formación del alumno”, dice.

NUEVO HORIZONTE // Amorós afronta esta etapa como un “reto” en el que confía que las autoescuelas estén a la altura. “La DGT está confiando en nosotros, que tenemos que estar implicados en la nueva formación que debemos impartir. Tenemos que hacerlo bien y dejar el aprendizaje con los ordenadores y hacer ciclos de formación obligatoria para concienciar además de enseñar”.