Ya en el libro de mosén José Miralles Sales La muy leal y noble villa de Albocàsser, se comentaba cómo en el año 1752 acudían a la Fira Agrícola de la localidad más de 15.000 personas. Este dato, extraordinario como pocos, da buena muestra de la importancia de esta cita agrícola y ganadera que es una de las más antiguas de toda la comarca de l’Alt Maestrat, con una historia que se remonta varios siglos atrás.

La feria, como era de esperar, ha ido cambiando con el paso del tiempo, hasta formalizarse en un evento que, como señala el alcalde de Albocàsser, Antonio Querol, «repercute económicamente al pueblo, aunque sea de forma modesta». El primer edil señala que esta feria, que se desarrollará hoy sábado, 30 de junio, y mañana domingo, 1 de julio, «vuelve a celebrarse en la explanada del ermitorio de Sant Pau para que los 50 expositores puedan mostrar sus últimas novedades».

MAQUINARIA Y MUCHO MÁS / Durante dos días, empresas y particulares dedicados al mundo de la ganadería y la agricultura —de la almendra y el olivo principalmente— se reúnen en este enclave en el que desde hace unos años participan también pequeños negocios de venta de productos artesanales de diferentes tipos: comida, productos de cosmética, juguetes, ropa, calzado y bolsos, etc., que ponen en valor el comercio local de la zona.

Organizada por el Ayuntamiento de Albocàsser, con el apoyo de la Diputación de Castellón, será el alcalde Antonio Querol, junto a una representación de la administración provincial, quien inaugure a partir de las 13.00 horas esta nueva edición que contará con un atractivo turístico. De hecho, la oficina de turismo del municipio, situada en el propio ermitorio de Sant Pau, ofrecerá a los visitantes recorridos guiados por el antiguo templo y, además, estrenará a partir de hoy su horario de verano, con apertura los fines de semana para atender la llegada de los turistas que decidan acercarse al municipio, como los que se prevé que acudan durante las dos jornadas de la Fira Agrícola, pues este cita se ha convertido con los años en un punto de encuentro de vecinos y visitantes de toda la comarca de l’Alt Maestrat y de otros rincones del interior castellonense.

Antonio Querol espera que «un año más todos los participantes puedan disfrutar de una fira productiva, una cita que, fiel a su tradición, sigue viva».