La fachada del colegio Errando Vilar de Almassora registrará durante este mes de julio los trabajos de reparación. Las actuaciones se harán efectivas tras finalizar el curso lectivo, tal y como recomendaron los técnicos del Ayuntamiento en el plan de seguridad y salud, en el que aconsejaban que no se hiciera ningún tipo de obra con niños en clase.

Por este motivo, los trabajos que ya habían sido contratados por la Conselleria de Educación, se pospusieron del mes de abril a junio, aunque fue ayer cuando la nueva concejala del departamento, María José Tormo, visitó las instalaciones, junto a los técnicos municipales, para supervisar de cerca la actuación, en la que se repondrán los piezas defectuosas que fueron retiradas el año pasado para evitar riesgos ante posibles desprendimientos.

Según han hecho público fuentes del equipo de gobierno del PSPV, que asume la delegación del área de Educación, las tareas tendrán una duración de un mes, por lo que está previsto que se prolonguen durante todo julio. Además, también se realizarán otras reformas de desperfectos detectados en el centro.

40.000 euros // El Ayuntamiento de Almassora asumió el arreglo de los daños de la fachada del colegio para evitar posibles desprendimientos en una zona de paso de alumnos y profesores. Los trabajos consistieron en picar las piezas defectuosas y retirarlas a través de una inversión de 40.000 euros. Sin embargo, desde la dirección del colegio incidieron en la necesidad de adecuar la fachada, al presentar un aspecto desmejorado como consecuencia de haber perdido alguna piezas y estar otras picadas; así como para evitar que la humedad pasara al interior de las aulas.

Desde que el centro fue reinaugurado, hace seis años, ha tenido continuos problemas con la obra. De hecho, la falta de una solución a las goteras o a la gravilla del patio de Infantil, entre otros contratiempos, motivaron movilizaciones por parte de la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) hace cuatro años. H