El IES Álvaro Falomir de Almassora, por acuerdo del Consell Escolar del que forman parte el profesorado, los alumnos y la Asociación de Madres y Padres (AMPA), ha remitido un escrito a la Conselleria de Educación para urgir soluciones respecto a las deficiencias que presentan las instalaciones cara al próximo curso. «El instituto tiene una serie de carencias que suponen un serio problema», señala Maite Olea, en representación de la AMPA.

En el texto se solicita la eliminación de las seis aulas prefabricadas que se colocaron hace más de 15 años «y la construcción de un nuevo aulario en el solar anexo, que dé solución a las necesidades actuales y las futuras». Y es que, según las previsiones que tienen, se requerirán dos o tres aulas más para acoger a los alumnos del CEIP Regina Violant.

«Queremos un instituto digno y tener aulas normales. No queremos un macroinstituto», señalaron fuentes del profesorado.

Este escrito ve la luz después de que el pasado enero el Ayuntamiento aprobara en un pleno extraordinario la cesión a la Generalitat de 4.791 m2 de los terrenos en los que estaba ubicado el antiguo Errando Vilar para la ampliación de las instalaciones.

La misiva, dirigida a Inspección y a la jefe de servicio, también aboga por la «reparación urgente» del sistema eléctrico. «La seguridad de nuestros hijos es lo más importante. Cuando el cuadro de luz se moja, se quedan a oscuras y se podría incluso producir un incendio», lamenta Olea.

Desde el IES solicitan el arreglo de las pistas deportivas y los vestuarios y la construcción de un nuevo gimnasio. Fuentes del centro lamentan esta situación. «En el último temporal tuvimos que suspender clases por problemas eléctricos, el gimnasio es pequeño y las pistas están en malas condiciones», explican.

ADSCRIPCIÓN // Del mismo modo, en la carta abogan por «replantear la adscripción del CEIP Guitarrista Tárrega de Castellón ante la previsible saturación de alumnado. «Entendemos que debería de estar adscrito a un IES de Castellón, pues no disponemos de espacios suficientes ni de infraestructuras adecuadas», apunta Olea. El próximo curso está previsto que el Álvaro Falomir acoja dos líneas del CEIP Regina Violant (50 alumnos) y el 2018-2019 tres del mismo colegio (70 estudiantes); además de una del Santa Quitèria. «Pasaríamos de 550 alumnos a más de 650 con cinco colegios adscritos», inciden.