Proyectado con una vigencia de cuatro años (2016-2019), el Ayuntamiento de Benicarló ha puesto en marcha el segundo plan municipal de prevención y actuación frente a las drogodependencias y otras adicciones.

La estrategia de intervención incluye una serie de acciones que se centrarán especialmente en los institutos y escuelas de la localidad a través de la organización de talleres, proyección de películas, exposiciones, teatro y charlas relacionadas con el tema.

Sin embargo, el ambicioso plan que ha lanzado la Concejalía de Bienestar Social va más allá y no se centrará únicamente en el ámbito educativo, ya que dibuja un marco global que posibilitará abordar la problemática desde múltiples vertientes, como el entorno familiar, social y laboral. Contará para ello con la implicación institucional, de asociaciones de padres y madres y de la coordinadora de peñas, entre otros colectivos municipales.

La concejala de Bienestar Social, Marta Escudero, y el técnico responsable de la Unidad de Prevención Comunitaria de Conductas Adictivas (UPCCA), Albert Rodríguez, presentaron ayer el plan. “Es un instrumento básico municipal para la planificación, la determinación de objetivos y las actuaciones que se llevarán a cabo en esta materia en Benicarló hasta el 2019”, señalaron.

La necesidad de su puesta en marcha, apuntó la edil, se basa en el hecho de que “las drogas son un fenómeno dinámico que evoluciona en usos y costumbres”. “Debemos tener unas medidas preventivas que sean capaces de adaptarse a los cambios”, dijo.

La finalidad del plan es “disminuir la vulnerabilidad de la población frente a las adiciones y paliar las consecuencias”, apuntó el técnico, a la vez que indicó que el objetivo es “adecuar las estrategias de prevención a la situación real de la sociedad y de los diferentes colectivos de riesgo”. H