Benicàssim lucha por intentar eliminar en los próximos años la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) que afecta al centro urbano, a pesar de que los responsables municipales coinciden en que es “muy difícil” y su disolución está lejana.

Los datos concretos sobre el ruido que soporta la ciudad en la actualidad se conocerán muy pronto, durante el encuentro de la mesa de seguimiento de la ZAS que ha convocado el Ayuntamiento para el próximo miércoles, día 24. El objetivo del mismo es dar a conocer a los afectados -sobre todo a los empresarios del ocio nocturno- las cifras de las mediciones acústicas que se han realizado durante este verano.

En un primer avance, la concejala de Urbanismo, Carolina San Miguel, reveló a Mediterráneo que el ruido ocasionado es “inferior” al del momento en el que la plaza de los Dolores y las calles adyacentes fueron declaradas ZAS, en el verano del 2007, pero que “todavía hay exceso de ruido como para poder anularla”.

A la reunión con los afectados acudirán responsables del equipo de gobierno, como la alcaldesa, Susana Marqués, de los partidos de la oposición, la Asociación Contra el Ruido y entidades del tejido empresarial benicense, como la Asociación de Empresarios Turísticos de Benicàssim (AETB) y la del sector de la hostelería, Ehosbe. San Miguel también señaló que el encuentro servirá para informar sobre las licencias de apertura otorgadas, los problemas que puedan surgir en algunas zonas y recoger las propuestas de los asistentes. H