La calle Sant Antoni de Nules fue ayer un hervidero de gente con motivo de la celebración del patrón de los animales. A las 11.30 horas se concentraron en los alrededores del Convent, desde donde partió la comitiva encabezada por el guión y seguida por los carros con caballos. Detrás fueron todo tipo de mascotas, con perros, tortugas, conejos y hasta hurones.

Al pasar por la ermita, el párroco, Esteban Badenes, fue bendiciendo a los animales y a continuación recibieron las coquetes. Fue alrededor de una hora de pasacalle hasta que acabó este acto. En ese momento, comenzó otro de los atractivos de la fiesta, especialmente para los vecinos de la calle. Se trata del paseo de los pasteles, a cargo de las actuales clavariesas. Tras recorrer tres veces la calle, acompañadas por la banda de música, finalmente los entregaron a sus sucesoras.

RELEVO // Las hermanas Carmen, Rosa, Soledad y María Teresa Catalán Lucas serán las clavariesas del próximo año. Recibieron los pasteles de sus homólogas y los mostraron a las vecinas. No son residentes de este vial, pero siempre han estado muy vinculadas a esta cita lúdica. De hecho recuerdan que su padre, Roberto Catalán, fue quien regaló la imagen del patrón de los animales de la ermita de Sant Antoni, en señal de agradecimiento a que consiguió escapar cuando iban a fusilarlo a La Serraleta. Más tarde fue detenido, cumplió una condena y poco después de salir abonó el coste de la imagen.

Las hermanas se sienten muy agradecidas por ser las clavariesas del 2018: «Es muy bonito que seamos las cuatro. No vivimos en esta calle, pero hemos venido siempre». Y es que este reconocimiento era algo que esperaban desde hace mucho tiempo: «Nunca habíamos ostentado este cargo. Nos hubiese gustado ser de más jóvenes, pero nos ha tocado ahora», apuntan contentas y satisfechas. Tras el típico recorrido de las tartas, participaron ya en el baile de fin de fiesta.